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Los bebés que balbucean pueden estar preparándose para hablar, dicen los científicos

31/05/2024
Nicola Davis

Puede parecer una serie de tonterías alegres, pero los sonidos peculiares que producen los bebés podrían ser un intento de practicar el control vocal necesario para el habla, sugirieron investigadores de las universidades de Alabama y de Warwick.

Un estudio que analizó los sonidos emitidos por los bebés durante su primer año de vida encontró que los chillidos y gruñidos tienden a ocurrir en grupos.

El Dr. Hyunjoo Yoo, primer autor de la investigación de la Universidad de Alabama, dijo que el trabajo podría tener implicaciones importantes. "Una de las razones principales por las que investigamos la cuestión de la agrupación es que podría llegar a ser un marcador útil en la detección de trastornos de la comunicación", dijo.

El doctor Ed Donnellan, de la Universidad de Warwick, que no participó en la investigación, dijo que el estudio confirma que los bebés juegan deliberadamente con los ruidos vocales que pueden hacer, produciendo ciertos tipos de vocalizaciones en grupos a voluntad.

"Aunque los ruidos observados (chillidos y gruñidos) no son necesariamente los  que utilizamos en el lenguaje, este juego podría permitir a los bebés desarrollar su control sobre los sonidos que emiten, lo cual es crucial para el lenguaje hablado posterior", añadió.

En un artículo en la revista Plos One, Yoo y sus colegas informan cómo estudiaron a 130 bebés a través de grabaciones realizadas en casa cada mes desde el nacimiento por sus cuidadores.

El equipo seleccionó al azar 21 segmentos de cinco minutos de cada grabación y los analizó para detectar la presencia de chillidos, gruñidos y sonidos vocálicos conocidos como vocantes.

Después de excluir los casos en los que, por ejemplo, el bebé estaba dormido, el equipo quedó con 15.774 segmentos de 1.104 grabaciones, y más del 60% de las grabaciones mostraban agrupaciones de chillidos o gruñidos con respecto a las vocalizaciones.

"No hubo un solo bebé que, al evaluar todas las grabaciones disponibles para el bebé, no mostrara un caso significativo de agrupación de chillidos ni de gruñidos", añade el equipo.

Se observó agrupación en los seis grupos de edad, desde el nacimiento hasta los 13 meses, lo que sugiere que indica que algún mecanismo de exploración vocal está presente desde el comienzo de la vida. Sin embargo, el rango de edad de 3 a 4 meses mostró los valores promedio más bajos para la agrupación de chillidos y gruñidos, un hallazgo inesperado dado que tradicionalmente se piensa que este período está asociado con el inicio del juego vocal.

El equipo dice que también fue sorprendente que, a diferencia de la agrupación de gruñidos, se encontraran proporciones más altas de agrupación de chillidos después de los cinco meses de edad, algo que los investigadores sugieren que podría deberse al desarrollo del control sobre las cuerdas vocales.

Yoo añadió que informes anteriores sugerían que al imitar esos sonidos, los cuidadores podrían ayudar a ampliar los repertorios vocales y la protoconversación de los bebés.

"Por lo tanto, parece lógico que sería beneficioso para los bebés si los cuidadores intentaran responder de manera contingente e interactuar más con sus bebés imitando chillidos, vocaciones y gruñidos", dijo.