Los húngaros celebran aniversario Quijote con nueva traducción
Por Marcelo NagyBudapest, 5 oct (EFE).- Don Quijote y Sancho Panza, las dos caras de España, están presentes en el pensamiento y lengua de los magiares, según opina János Benyhe, traductor de la obra de Cervantes al húngaro, publicada recientemente y presentada en el Instituto Cervantes de Budapest.Benyhe explica a EFE que fue hace 132 años cuando se tradujo el Quijote por primera vez al húngaro y desde ese entonces se utiliza el texto como un punto de partida para las nuevas ediciones."Yo ya había hecho una traducción modernizada hace 43 años, que fue la que se publicó en las últimas décadas, con cada vez más errores. Ahora con el aniversario se hizo posible la publicación de una nueva edición corregida" gracias a la editorial Europa de Budapest, explica.La primera versión en húngaro del Quijote se publicó en 1848, aunque esta fue traducida del francés y cobró tanto éxito que a los cuatro años se reeditó.Hubo que esperar hasta 1873, cuando Vilmos Gyori, pastor evangélico, hizo la primera traducción del original y, como subraya Benyhe, todas las ediciones posteriores utilizaron ese texto, lo modernizaron y actualizaron.Hubo ediciones posteriores que tuvieron una suerte particular, como la de 1955, que estuvo condicionada por la política: el editor, Béla Szász, había sido condenado por el régimen comunista años antes y su nombre no podía figurar en el libro, así que Szász le pidió a Benyhe que prestase su nombre para esta edición.Respecto a la influencia del Quijote en el idioma, el traductor dice que, por ejemplo, "la lucha contra molinos de viento es una expresión que se utiliza en el húngaro" y hay políticos que repetidamente citan "sentencias" pronunciadas por Sancho Panza en diferentes situaciones.Lo nuevo en esta traducción y respecto a la edición crítica de Francisco Rico (1998), Benyhe explica que ya utilizó "muchos resultados de las últimas investigaciones, pero en algunos puntos discutidos se diferencia de esa versión".La edición húngara se diferencia de la española en otros aspectos también, como explica Benyhe, quien subraya que las notas de las ediciones críticas en la mayoría de los casos no explican circunstancias evidentes para los españoles, pero sí las que para los húngaros son incomprensibles."Pensé que al redactar las notas explicativas tendría que añadir algunas para los lectores húngaros, en lo que me ayudaron otras ediciones críticas anteriores, como la del inglés John Bowle (1781) y la del alemán Ludwig Ideler (1804)", comenta el traductor.Benyhe resalta que el prólogo de esta última edición del Quijote en húngaro fue escrito por el checo Milan Kundera en 1999 y que eligieron este texto "por ser corto y por reflejar una visión moderna sobre el Quijote. Es un acercamiento de un escritor bueno, conocido y reconocido que escribe sobre la novela desde el punto de vista de un hombre moderno".Benyhe también considera importante haber modernizado el texto, ya que durante los siglos la construcción de las frases "fue sufriendo una fuerte influencia indo-germánica, pero el húngaro no es un idioma de esa familia", así que la mayor parte del tiempo que pasó con la edición del texto la destinó a la "limpieza", por lo que esta versión refleja cierto purismo y respeto de la sintaxis magiar.Hasta finales de año se celebrarán en Hungría varios actos en relación con el centenario de la publicación del Quijote y, así, el 27 de octubre el Centro Regional de Szeged de la Academia Húngara de Ciencias presentará el libro: "Don Quijote en Hungría" y al día siguiente se inaugurará una placa conmemorativa en honor de Vilmos Gyori, primer traductor auténtico de la novela.El 3 de noviembre el Instituto Cervantes de Budapest, en colaboración con el Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Szeged, el Comité Mixto de Historiadores Húngaros y Españoles y el Centro Regional de Szeged de la Academia Húngara de Ciencias, ofrecerá una conferencia con la participación de quince investigadores magiares, bajo el título de "El Don Quijote Húngaro".