Los lockdowns perjudican el desarrollo del lenguaje en los niños
El lockdown británico ha perjudicado el desarrollo del lenguaje en los niños pequeños
Cada vez hay más pruebas de que el último año de encierro ha tenido un impacto en las habilidades lingüísticas de los niños pequeños, según una investigación realizada en el Reino Unido. Los datos de 50.000 alumnos y una encuesta realizada en colegios de toda Inglaterra han puesto de manifiesto un aumento del número de niños de cuatro y cinco años que necesitan ayuda con el lenguaje.
Los datos demuestran que un mal desarrollo del lenguaje puede tener efectos a largo plazo en el aprendizaje.El gobierno dice que está invirtiendo dieciocho millones de libras en la recuperación de los primeros años, incluida la ayuda adicional para los que están en el año de recepción.
La investigación de la Education Endowment Foundation (EEF) sugiere que las medidas adoptadas para combatir la pandemia han privado a los niños más pequeños del contacto social y las experiencias esenciales para aumentar el vocabulario. El escaso o nulo contacto con los abuelos, el distanciamiento social, la ausencia de citas para jugar y el uso de tapabocas en público han dejado a los niños menos expuestos a conversaciones y experiencias cotidianas.
De 58 escuelas primarias encuestadas en toda Inglaterra
- El 76% dijo que los alumnos que empezaban la escuela en septiembre de 2020 necesitaban más apoyo con la comunicación que en años anteriores
- El 96% estaba preocupado por el desarrollo del habla y el lenguaje de los alumnos.
Y el 56% de los padres estaban preocupados por el inicio de su hijo en la escuela tras el cierre de la primavera y el verano.
El comienzo de la escuela
Niamh, que cursa la etapa de Recepción en la Escuela Primaria Ryders Hayes, en Walsall, está adquiriendo poco a poco confianza con las palabras. Como muchos niños, su vida se ha visto limitada por la pandemia, y su círculo social se ha reducido a su familia más cercana. Y esto hizo que su madre, Lisa, se sintiera preocupada por su incorporación a la escuela.
“Era una de las más jóvenes del curso y me preocupaba que otros niños tuvieran más experiencia escolar con la guardería o el preescolar”, dice Lisa.
“Intentamos prepararla lo mejor posible. Le hacía mucha ilusión, pero no conocía a ninguno de los niños de la clase, así que nos preocupaba un poco”.
“Mi preocupación era que, después de haber estado encerrada todo el verano y no haber salido a jugar con sus amigos, ¿cómo iba a responder a un aula llena de niños nuevos y de profesores nuevos?”
Pero el enfoque de la escuela había funcionado bien. “Nunca tuvimos una mañana de lágrimas, nunca tuvimos un día en el que no quisiera venir a la escuela”, dijo Lisa.
Hacer amigos
Otra madre de Ryder Hayes ‒Emma‒ también estaba preocupada por el comienzo de la escuela y por si su hijo, Harry, sería capaz de articular sus necesidades.
“Me preocupaba que hiciera amigos, que si algo le preocupaba se quedara sentado en un rincón alterado y que no fuera capaz de pedir ayuda o decir lo que le pasaba, así que estaba preocupada”, dijo.