Más de 4.000 firmas contra el acuerdo ortográfico de la lengua portuguesa
EFEMás de 4.000 personas han firmado un manifiesto contra el acuerdo ortográfico de la lengua portuguesa, informaron hoy los promotores de la iniciativa, un grupo de personalidades lusas de la cultura, la política y la economía.El número de firmas reúne los requisitos legales mínimos para que el documento sea entregado en el Parlamento, para su discusión, y también al presidente de la República, informó el poeta y escritor Vasco Graca Moura.El manifiesto 'pretende contribuir a formar un poderoso movimiento de reflexión, apoyado por la opinión pública, acerca de los defectos del acuerdo ortográfico y la necesidad de bloquear su aprobación en el Parlamento', agrega el documento.Los firmantes se quejan de que el acuerdo ortográfico fue aprobado 'de forma atropellada, sin consultar antes a escritores, científicos, historiadores y organizaciones relacionadas con la cultura y la investigación científica'. También reclaman que el ministerio de Educación 'asuma una posición clara' sobre el asunto.El documento original fue firmado por cerca de 20 artistas, escritores, políticos y científicos, que lo colocaron en internet para reunir firmas.El pasado 7 de abril, el ministro luso de Cultura, José Antonio Pinto Ribeiro, dijo en el Parlamento que se establecerá un plazo amplio para la entrada en vigor del acuerdo ortográfico de la lengua portuguesa, que la unificará con Brasil y otros países, para evitar 'rupturas'.Pinto Ribeiro dijo entonces que el cumplimiento de este acuerdo, que ha levantado polémica en Portugal, se hará 'con tiempo y orden' y que los profesores deberán ser formados y el contenido se adaptará a los manuales escolares.El Parlamento luso organizó ese día un debate sobre el acuerdo ortográfico, aprobado en 1991 por Portugal, Brasil y otros países lusófonos, y el ministro dijo que este proyecto avanza 'en conjunto', a pesar de que sólo tres países (Brasil, Cabo Verde y Santo Tomé) han ratificado el documento hasta la fecha.El Parlamento luso debe decidir próximamente si ratifica la decisión del Gobierno de aprobar el segundo protocolo de 1991, que modifica el acuerdo ortográfico de la lengua portuguesa y prevé un plazo de transición de seis años para su aplicación plena.