Moreno Jurado, ‘honoris causa’ por la Universidad Jónica por ser un “vigoroso helenista”
El helenista sevillano José Antonio Moreno Jurado
El profesor y poeta José Antonio Moreno Jurado (Sevilla, 1946), traductor de los Nobel Odysséas Elytis y Yorgos Seferis y traductor al griego moderno de Gustavo Adolfo Bécquer, será investido el próximo día 13 ‘Doctor honoris causa’ por la Universidad Jónica (Corfú, Grecia), que lo ha considerado un “vigoroso helenista”.
El rector de la Universidad Jónica, Andreas Floros, define también a Moreno Jurado, en la exposición de motivos para la entrega de este doctorado ‘honoris causa’, como “incansable trabajador del espíritu, excelente intelectual y principal traductor de la literatura griega a una lengua hablada por millones de personas en los dos hemisferios de nuestro planeta”, en alusión al español.
Moreno Jurado, en una entrevista con EFE, ha dicho sobre esa definición de “trabajador del espíritu” que “como decía Seferis, la inspiración, la primera palabra te la dan los dioses, pero después es el trabajo personal el que hace posible ir evolucionando; debe ser al trabajo personal a lo que se refiere el rector”.
“Hemos olvidado hoy por completo, yo no veo que exista en ningún sitio el sentido y el concepto del humanismo que siempre ha existido en el mundo; hoy, por lo que sea, el humanismo se ha perdido en el concepto de la filosofía, del comportamiento social, del comportamiento humano; en ese sentido no hay, ha desaparecido el humanismo”.
Moreno Jurado, que también recibió hace años el Premio de Traducción de las Asociación de Traductores de Atenas y, como poeta, el Adonais y el Hispanoamericano Juan Ramón Jiménez, ha dicho sobre la distinción que le ha hecho la universidad griega:
“Lo considero la culminación de una vida entera de trabajo, de una vida dedicada al estudio, a la traducción de la literatura griega desde el periodo clásico al periodo bizantino y al periodo moderno... El griego es una lengua en evolución, no tiene nada que ver el griego de ahora con el griego clásico, pero las raíces son las mismas, es decir, es un ‘work in progress’, como se dice normalmente en inglés... Para mí significa la culminación de mi trabajo y el término académico de mi vida”.
El profesor ha recordado que en la Universidad de Sevilla dedicó a Elytis su tesina y que aquel fue “el primer trabajo sobre griego moderno que se realizó en esa facultad”, tras el cual dedicó su tesis a Seferis, cuando le “obligaron” a poner “evocación clásica en la obra de Seferis”.
“En aquel tiempo estaba prohibido hablar de griego moderno; el único griego posible era el griego clásico, la literatura clásica, la poesía clásica, el pensamiento y la filosofía clásica, y no existía entonces ningún concepto sobre la literatura reciente griega”.
Lo de que estaba “prohibido” era literal: “Mis compañeros me decían que yo estaba loco por dedicarme a eso; ese era el ambiente que había, era como una herejía dentro del estudio de clásicas”.
“Ahora las cosas han cambiado por completo. En aquel momento no tenía diccionarios, no tenía gramáticas, no tenía maestros. Todo lo tuve que aprender yo solo. En la habitación de mi casa. Y en toda España había dos o tres helenistas. Entonces fueron tiempos muy difíciles. Hoy hay una escuela de idiomas, pero entonces no había ni diccionarios, había, me acuerdo muy bien, una gramática de griego moderno, en inglés y en francés, pero no en español”.
Sobre el retroceso de las humanidades ha señalado que “las redes sociales han hecho posible la vulgarización de la poesía y de la prosa, de tal forma que todo el que habla se siente con derecho a expresarse en poesía. Pero eso no es así. Hay que conocer el fondo de la sintaxis, de lo que es la forma de hablar para seguir evolucionando dentro del arte”.
“Pondré un ejemplo: Si se lee la poesía que se hace hoy en todo el mundo, no en España, en todo el mundo, se comprueba que ha desaparecido por completo la imagen, la metáfora y la música. Me pongo de mal humor cuando veo que escriben y cortan por donde les parece bien y desaparecen los versos y se pierde por completo la música...”.
“...eso de acentuar palabras o conseguir la música a través de familias léxicas, no solamente por las estrofas tradicionales, sino por muchos otros métodos; la música se ha perdido y a mí me parece inherente al arte de la poesía”.
Sobre la poesía actual ha añadido que “para nuestra desgracia —y no quiero molestar a nadie— todo es mentira en la literatura, todo depende de las amistades que tengas en cada momento, todo depende del círculo en el que te mueves. Nadie va a venir a tu casa a decirte, ay, qué bueno eres compañero”. EFE