Nélida Piñón: "literatura gallega no es conocida, pero brasileña tampoco"
EFELa escritora Nélida Piñón afirmó hoy que 'la literatura gallega no es conocida, pero la brasileña tampoco', y consideró necesario promover más la traducción a otras lenguas para dar a conocer las obras.Piñón, que se encuentra en Santiago de Compostela para presentar la traducción al castellano de su última obra titulada 'Aprendiz de Homero', publicado por la editorial Alfaguara, señaló que espera que se publique en otros idiomas.Añadió que la editorial estadounidense Random House acaba de ponerse en contacto con ella para 'enviar la portada' de la traducción al inglés de su novela 'Voces del desierto', e indicó que le respondió que no le importaba verla: 'confío en su gusto', dijo.La escritora brasileña de origen gallego, ganadora del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2005, indicó que 'la traducción es importante, pero lo más satisfactorio es ser leído en tu propia tierra', comentó.'Hay algunos escritores que admiro mucho que creen que estamos viviendo un momento de esplendor, y eso no es verdad', dijo la autora de una quincena de obras, entre ellas 'La república de los sueños', 'El pan de cada día' o 'Tiempo de frutas'.Destacó que Joaquim Maria Machado de Assis, un escritor del siglo XIX fundador de la Academia Brasileña de Letras, 'está invadiendo algunas conciencias literarias' y destacó que se trata de 'un genio, quizá el mayor talento literario de América Latina'.La escritora afirmó que se siente 'totalmente gallega' y recordó que su padre y sus cuatro abuelos eran de Galicia, y que por ello está muy contenta de que sus libros se traduzcan a esa lengua.Indicó que en esta ocasión no visitará la localidad de Cotobade, de donde es originaria su familia, por falta de tiempo, pero que todavía recuerda que años atrás, en uno de sus viajes, encontró a 'un viejito con la boina y el pitillo en la comisura de los labios' que mostraba esa mirada de 'astucia y de malicia no intencionada, que se utiliza a menudo a modo de máscara'.El hombre 'me miró diciendo, quién es esta paisana', apuntó la escritora, y añadió que 'tras sacar los años de su cara', le dijo: 'usted es Xan al que conocía cuando éramos niños y teníamos diez o doce años'.Afirmó con satisfacción que recordaba a ese hombre de su infancia y que la memoria no había borrado el recuerdo entrañable de ese pueblo y de sus habitantes.