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Palabras que escribimos “mal”

19/02/2024
Héctor Osorio Lugo

Los invito a jugar un divertido entretenimiento mientras soporta largos parlamentos en la radio o la televisión en espera de su programa u horario favoritos. Se trata de descubrir quiénes de los personajes que aparecen dicen barbarismos, palabras incorrectas. Tengo ya una buena lista de quienes incurren en eso y cuál es la palabra que no se saben. Omito al pecador y solo menciono el pecado.

Una vez que usted los detecte, además de reír pues es el premio del juego, dará la razón a lo que se dijo aquí en la entrega del mes pasado: que uno se forma un juicio de la persona por cómo diga las palabras, por su uso del lenguaje. O bien: como hablas así o asá ya no te sintonizo.

Así, escuchamos «Chapas» en vez de Chiapas; «diciocho» por dieciocho; «Idelfonso» en Ildefonso; «monstros» en vez de monstruos; «ahúja», siendo que es aguja; «forzo», cuando que es fuerzo; una muy lamentable: «apeído», en vez de apellido; una muy común, «areopuerto» que debe leerse aeropuerto; «lapéndice» (más otras variantes peores, como «lapendis») en vez de el apéndice… Duele, ¿verdad?

Palabras que pronunciamos y escribimos mal

Es penalti (pronunciado «penálti»)

Debe escribirse «penalti», pronunciado «penálti», en vez de pronunciar «pénalti» que sería apegándose a la pronunciación en inglés; así como escribirse esta palabra castellanizada, es decir, con terminación en «i».

Eso destierra otras formas de decirlo, como «penal» o «pénalti».

Ideas que colectivamente entendemos mal

Vox populi, sí; pero vox Dei

Se nos ha acostumbrado a que la expresión vox populi, quiere decir que un hecho ha llegado a ser, y es, de dominio público. Por ejemplo «los amores de Pedro con Alejandra son vox populi», «los embolsos —que no ‘reembolsos’— del administrador son vox populi»; o bien son ideas en que mucha gente, grupos, pueblos coinciden: «vacunarse es peor que quedarse así… ya es vox populi», «las vacunas son nuestra única defensa: no hagas caso a los médicos, hazlo porque es vox populi».

Pues he aquí que está mal entender así este proverbio, como comúnmente se emplea se le está truncando. El proverbio completo es vox populi, vox Dei, «la voz del pueblo es la voz de Dios».

Pero la cosa se complica pues, ojo, hay un recurso en los juicios legales que es falso: el argumento pro populum, cuando se quiere hacer valer un alegato porque el pueblo lo dice siendo que no tiene validez, pues no es razón suficiente el dicho de un gran número de personas; ellas pueden coincidir, sí, pero también en una idea errónea. Lo cual ha sido peligrosísimo en la historia pues una creencia común ha llevado, por ejemplo, al suicidio colectivo.

Así que en resumidas cuentas lo de vox populi es apenas parte de un proverbio que tiene un sentido diverso al corriente; la voz mayoritaria del pueblo puede ser un reflejo de la voz de Dios, cuando el pueblo se muestra sabio, o puede ser un gran error masivo, concretándose en extremos históricos gravísimos.

Para terminar

Concluyo de una manera que he de repetir en tantos artículos sobre nuestro idioma y sus incorrecciones como me sea dado escribir: recuerde que, con su lenguaje, ya sea oral, ya sea escrito, los demás se forman una imagen de usted; más aún, para algunos el lenguaje será lo único que cuente de usted, su valor estará dado por sus palabras. ¿Es eso válido?, ¿es ético? No lo sé, en parte no, pero ocurre.