Planeta anuncia concurso para que esclavos
trabajen
Blanca Espigares RooneyEstoy leyendo estupefacta las bases del concurso que organiza la Editorial Planeta. S. A. bajo el sello editorial Destino en el que piden diseños de portadas para la nueva edición que van a sacar del libro Olvidado Rey Gudú de la inolvidable Ana María Matute, fallecida recientemente. Digo estupefacta porque no puedo creer lo que estoy leyendo.Todos conocemos esta editorial de sobra. No creo que haga falta presentarla. Sólo voy a comentar a modo de dato, que el Premio Planeta que otorgan, tiene una remuneración de algo más de 600.000 euros, el primer premio, y 150.000 euros el segundo. En fin, no estamos hablando de editoriales de ciudad, pequeñitas que tienen que mirar cada céntimo con cuidado por el amor a los libros que tienen sus dueños. No. Es una gran editorial, que mueve muchísimo dinero y que abarca muchos campos de la edición. La obra de Ana María Matute está en sus manos y con su muerte quieren reeditar y relanzar las ventas de la autora. Hasta aquí todo normal. Lo extravagante comienza al leer las bases del concurso de la portada. En el apartado de “Diseño”se explica que:Cada concursante podrá presentar tantas propuestas de diseño como estime conveniente siempre y cuando cumplan las condiciones establecidas en las presentes bases.¡Vaya! Da la impresión de que quieren cantidad en vez de calidad. Pero bueno, sigamos leyendo:El autor de la cubierta deberá ser propietario de los derechos de la imagen o imágenes que serán utilizadas en la obra.Esto es lógico, no queremos luego problemas de propiedad intelectual. Además, no sería jugar limpio si usamos la imagen de otro sin más. Es decir, Planeta busca algo completamente original: si es una foto, debe ser del que se presenta al concurso o, de no serlo, tener los derechos. Sigamos adelante:Todos los concursantes aceptan, por el mero hecho de participar en el Concurso, que los diseños puedan formar parte de una exposición que se realizará en la librería +Bernat en formato físico, y en su página web hasta el 31 de diciembre de 2015.También es normal este tipo de aclaraciones. Sin embargo no se dice a cargo de quién estará la impresión del diseño para dicha exposición. Se entiende que a cargo del autor. Bueno, vale. Un poco ratas pero en fin, es también desgraciadamente normal. Continuamos:El nombre del autor del diseño de cubierta de la obra aparecerá en los créditos de la misma.¡Hombre, menos mal! Pero sí, bien está aclararlo, a veces no es así. Sin embargo, aquí viene lo completamente vergonzoso:El premio para el concursante ganador consistirá en la publicación del diseño ganador como cubierta de la nueva edición de la obra titulada Olvidado Rey Gudú, y el premio para cada uno de los concursantes finalistas consistirá en la exhibición de sus diseños en una exposición que tendrá lugar en +BERNAT, reservándose, en todo caso, Destino, el derecho a sustituir los premios por otros de similares características,A ver si lo he entendido bien: la Editorial Planeta una de las más grandes que existe en el mundo hispanoamericano, convoca un concurso para la portada de un libro que van a sacar para homenajear a una de sus principales autoras pero el premio es EL OBJETO DEL CONCURSO, es decir, que salga en la portada. Lo que ya se suponía que iban a hacer si convocaban un concurso. NO HAY PREMIO. Ni siquiera unos cientos de euros. Ellos con un premio comercial de novela en el que se gastan casi un millón de euros. Pero es que los premios de consolación consisten en poder ser expuestos. Ah, pero si se les ocurre otra cosa, tienen el derecho a sustituir los premios por otros similares. Similares a nada, ¿qué es? Multiplicar cero por cero, da cero. ¿Qué diantres quieren decir con el derecho a sustituir? ¿Es una mofa?Bueno, hasta aquí en realidad estamos asistiendo a las bases de un concurso que comienza a ser muy popular en España: usted trabaje y regáleme su trabajo que así tendrá publicidad. Esto creo que les debe sonar a los músicos (toca en mi bar y así te haces publicidad), a los diseñadores (sí, un cartel y así te das a conocer), a los arquitectos (hazme unos dibujillos que ya si eso me lo construyo yo) y muchos más ejemplos que se pueden poner. Pero sobre todo a los becarios. Aquellos recién titulados que antiguamente trabajaban por un nefasto sueldo y ahora hasta las grandes empresas, y muchas multinacionales, contratan en prácticas para explotarlos sin ninguna remuneración. La crisis le viene muy bien a estas cosas, claro. Clásicos del día a día. Sigamos con las bases que es que, señores, aún no hemos llegado a la chicha aunque crean que no puede haber aún más. Y en letra grande y como título de uno de los puntos de las bases:7.- Cesión de los derechos de propiedad intelectual. El ganador acepta que cede a título gratuito y con carácter exclusivo a Destino los derechos de reproducción, distribución, transformación y comunicación pública, en todas las posibles modalidades, el diseño que envía, a fin de ejercer estos derechos en todo el mundo, en todos los idiomas y por la duración máxima actualmente prevista en la ley.No es los derechos de reproducción y difusión. No. Vamos, que si ganas, le regalas todo: la idea, el trabajo, el desarrollo, la imagen. TO-DO. Ellos pueden cambiarla o hacerle lo que sea. Eso sí, ellos te dan una palmadita en el hombro y te sonríen. Es decir, tú les haces el trabajo, te pegas el curro, y ellos se quedan con todos los derechos y tú no te llevas nada. Ah, no. Oigan, soy muy injusta. Se lleva estar en los créditos como diseñador de la portada. Esta es la gran y maravillosa idea de los creativos de Planeta: que otros trabajen que como voy a vender el libro en todas partes del mundo, en diferentes formatos e idiomas, todo para mí. Y como hay muchos parados, que hagan algo, hombre. Además, es una autora casi desconocida, apenas se venderá (leanse estas líneas con un sonido de fondo de risa malvada de Drácula).Señores de Planeta, son ustedes un orgullo y un ejemplo para este país. Emprendedores desde luego. Emprendiendo en el lindo arte de cómo explotar a la gente: esclavos del siglo XXI. Espero que se sientan contentos consigo mismos al exprimir a personas con ideas y ganas de hacer cosas. Son de verdad un orgullo. Un premio que en gastos llega casi al millón de euros, pero que no quieren invertir en un concurso de una portada tan importante, ni, no sé, ¿500 euros? Es de una codicia realmente vomitiva. Yo por mi parte declaro oficialmente que me dispongo a JAMÁS volver a comprar un libro de su grupo editorial, y en lo que esté a mi alcance, procuraré darle publicidad a lo que están haciendo. Es una raya en el agua. Lo sé. Pero no mancharé mi conciencia apoyándoles. Ustedes es que eso ya no saben ni recuerdan lo que era. ¿Conciencia? ¿Ese no era un grillo de un dibujo de Disney?Sin ningún tipo de vergüenza es la práctica que están ejerciendo en este país, y desde hace mucho tiempo, Ayuntamientos, Fundaciones, Instituciones, administraciones, empleadores (¿cuánta gente coge becarios y no cree que debe pagarles?). ¿De verdad pensamos que el trabajo que hacen no es valioso? ¿Acaso no han dedicado un tiempo y dinero a formarse? Luego nos sorprende encontrarnos con personas que se quejan de que los clientes no aprecian el esfuerzo que supone elaborar cualquier proyecto. ¿Cómo podemos exigir que se valore el trabajo que hacemos si no valoramos nosotros el de los demás? ¿Qué señal le mandamos a los clientes si tenemos en la oficina o estudio esclavos trabajando gratis? Pues que es un trabajo tan tonto que no hace falta ni pagar. Esto vale para arquitectos, ingenieros, informáticos, electricistas, fontaneros, economistas, abogados… todas las profesiones están afectadas por esa actitud. Y tú, ¿respetas tu trabajo y el de los demás?Link a las Bases del concurso de Editorial Planeta: http://www.planetadelibros.com/pdf/Bases_Olvidado_Rey_Guduapaisado.pdf