Preparan diccionario del español
del Uruguay
El PaísAngurria, acartonarse, artiguista o arveja. Esos son algunos de los 11.100 términos que contendrá el Diccionario del español del Uruguay, el primer compendio oficial sobre el lenguaje local, que la Academia Nacional de Letras prevé editar en breve.El volumen tiene una larga historia, que se remonta a la creación en 1943 de la Academia, institución que se planteó entre sus cometidos trabajar con el español del Uruguay. La iniciativa cobró mayor impulso a partir de 1983 y más de 25 años después está en la etapa final de corrección y se publicará a fines de 2010 o inicios de 2011, explica el profesor Juan Justino Da Rosa, subdirector del Departamento de Lengua y Literatura e integrante de la Comisión de Lexicografía.«Es un diccionario representativo del habla de los siglos XX y XXI. Va a tomar palabras que estén vigentes en textos de Historia, Literatura, que tengan una presencia importante a través de la documentación. Ese es el enfoque que se le da», señaló Da Rosa.«No es un diccionario normativo, como tradicionalmente era el de la Real Academia Española, sino que va a hacer una descripción de los usos de las palabras. No va a recomendar que se utilice esta palabra en lugar de esta otra porque es inconveniente. Eso no es función de la Academia en la edición de un diccionario. Podrá hacerlo en otra función, como el dar instrucciones para la enseñanza de la lengua», precisa el especialista.Para la elaboración del diccionario la Academia se nutrió de todos los diccionarios de español del Uruguay editados hasta ahora.El primero que se conoce es el Vocabulario rioplatense razonado que el español Daniel Granada publicó en 1889. El último, en tanto, es el Nuevo diccionario de uruguayismos de Úrsula Kühl de Mones de 1993. A su vez, también tomaron términos de publicaciones sobre vocabularios, lenguaje, textos literarios y científicos.Entre los insumos fundamentales figuran las colaboraciones de docentes y referentes de diversos departamentos.Algunos remitieron sus apreciaciones de forma espontánea y otros, como los profesores, fueron guiados desde la Academia, cuando los especialistas estaban en la etapa de investigación. Por ejemplo, les solicitaban que les contaran qué palabras se empleaban en sus localidades para denominar cabeza o las relacionadas con saludos, ritos mortuorios, geografía o botánica.«Se fue haciendo un sondeo tratando de tener la mayor cantidad posible de informantes y eso nos permitió hacer una base de datos de más de 8.000 fichas, con más de 200 profesores que colaboraron», cuenta Da Rosa.Ahora, la Academia ya no incorpora nuevos términos al volumen sino que está en plena etapa de corrección, tarea que se efectúa por orden alfabético. En la letra «A», por ejemplo, está el término «accidente», que para los uruguayos tiene una directa vinculación con un siniestro de tránsito —que será definido como vuelco o colisión de un vehículo—, acepción que no figura en las definiciones de esa palabra en el diccionario de la Real Academia Española.Algo similar sucede con la palabra «artista», que en Uruguay se utiliza también para definir a una persona que finge o exagera un dolor físico o un sentimiento.O con el término «aceitar», empleado localmente como forma de atenuar un conflicto.El diccionario tiene marcas que indican las distintas características de cada palabra. Por ejemplo, si se trata de un sustantivo, un verbo, una locución. También se indica su uso, si tiene un valor afectivo, académico o si es tabú y si se emplea en tal o cual departamento. «Esto no pretende ser un diccionario de las palabras más usadas en el Uruguay, es un diccionario que describe cómo hablan los uruguayos. Seguramente no están una cantidad enorme de palabras pero no se hace un estudio de frecuencia de uso. Por eso hay palabras que son poco usadas, que usan otras generaciones y eso figura en las acotaciones», dice Da Rosa.AMERICANISMOS. Quizás algún uruguayo pueda sorprenderse al leer el significado del término «murga» en el Diccionario de la Real Academia Española: «Compañía de músicos malos, que en Pascuas, cumpleaños, etcétera, toca a las puertas de las casas acomodadas, con la esperanza de recibir algún obsequio». Sin embargo, es uno de los tantos casos en que un vocablo surgió con un significado y luego se desarrolló en un sitio, en este caso en Uruguay, de forma diferente.«Las palabras tienen historias que no necesariamente tienen que ver con las ideas que se van dando en el tiempo», comenta Da Rosa.Murga es uno de los vocablos que será incorporado al Diccionario del español del Uruguay, definido como «Agrupación de carnaval que canta en coro, acompañada de un bombo, platillo y redoblante, letras propias, satíricas o burlescas, valiéndose de la melodía de obras musicales conocidas». También tendrá otras dos acepciones: «Composición coral que cantan las agrupaciones corescas del mismo nombre» y «Referido a una situación: poco seria, desordenada o chabacana».Para las reediciones que efectúa la Real Academia Española de su diccionario las academias locales pueden remitir propuestas de nuevas acepciones o términos.—¿Efectuaron desde Uruguay algún planteo, por ejemplo por el término murga?—No, porque Uruguay tomó la decisión de no aportar regionalismos al diccionario español estándar. La postura es que como se iba a hacer un diccionario especializado por regiones, había que fomentar que el diccionario de la lengua española fuera el común para la mayoría de los hablantes. Y es muy poco conveniente que este diccionario tenga una palabra usada, por ejemplo, en Rocha, Río Negro, Paysandú o Treinta y Tres en un diccionario que representa a 500 millones de hablantes.El especialista cree adecuado mantener ese criterio, incluso para el término murga, un término que para algunos puede resultar hasta emblemático.«No se trata de simbolismos en este tipo de cuestiones. Porque si no este diccionario tendría que tener las diez palabras más representativas de las veintidós naciones que hablan el español. Eso no es conveniente desde el punto de vista práctico y hasta económico», afirma.El Diccionario de Americanismos al que se refería Da Rosa será presentado en marzo de 2010 en Chile. La iniciativa es una propuesta de las academias de América en la década del 50. La particularidad del volumen es que cada país aportó su repertorio de léxico y que allí estará representada la mayoría de las palabras usuales en esos territorios.En España, la Real Academia recopiló la información, la procesó y uniformizó. Luego, le remitió a las academias locales para que corrigieran y decidieran si debía sumarse la indicación (marca) de que se usaba en cada uno de los países. Ese proceso llevó unos dos años.Por ejemplo, la expresión «A las cansadas» estaba asignada para Cuba, Argentina y Puerto Rico y Uruguay confirmó que también se emplea aquí. A partir de esta publicación será posible estudiar con más profundidad los usos de determinados términos. En Uruguay y en Honduras, por ejemplo, se usa cejar para referirse a una carreta de bueyes que retrocede. «Fenómenos de esos hay en cantidades enormes», dice Da Rosa.Incluyen a «venir Andrés»El Diccionario del español del Uruguay incluirá también términos que están generalizados y que tienen un uso familiar. Uno de ellos es «venir Andrés» que será definido como «tener la menstruación», con la aclaración de que suele agregarse el complemento «el que viene una vez al mes».Ese término, como todos los otros, estará precedido de marcas. En este caso se indica que es una locución, verbal, de uso femenino, eufemístico y espontáneo, explicó el profesor Juan Justino Da Rosa, de la Academia.Más de 25 años para lograrloPROCESO El trabajo hacia el Diccionario del español del Uruguay en la Academia Nacional de Letras se desarrolla fundamentalmente desde 1983.GRUPO La tarea es llevada adelante por la Comisión de Lexicografía, que está integrada por los académicos José María Obaldía (presidente), Carlos Jones Galle, Gladys Valetta y Héctor Balsas, y los profesores Soraya Ochoviet y Juan Justino Da Rosa.TAREA Para elaborar el diccionario se tomaron en cuenta los diccionarios anteriores, vocabularios y publicaciones literarias, científicas y académicas. Además, se contó con el aporte de colaboradores y de docentes. Algunos enviaron sus comentarios de forma espontánea y a otros se les solicitó que remitieran información acerca de, por ejemplo, vocablos que se utilizan para saludar o en ritos.EJEMPLOS Actualmente el volumen se encuentra en la etapa de corrección. Prevén editarlo a fines de 2010 o a principios de 2011. Algunos de los términos son:Andinismo: Deporte que consiste en la ascensión de montañas andinas.Anexo: En establecimientos docentes: sucursal.Acartonarse: Volverse excesivamente formal y poco espontáneo.Artiguismo: Doctrina o conjunto de ideas inspiradas en el pensamiento y en la acción de José Artigas.Artillero: En el fútbol: jugador que hace muchos goles.Acefalía: ausencia de autoridad.