Querétaro, espacio de diversidad biológica, cultural y lingüística
Antropóloga Mirza Mendoza
Abrir un espacio para que las poblaciones originarias de otros estados para que se puedan expresar desde los principios de la autonomía y la libre determinación podrían ser una de las vías sobre las cuales comience a sentarse y concretarse la idea del México pluriétnico y cultural, afirmó Mirza Mendoza durante la clase magistral “Indígenas urbanos”.
En el marco del Hay Festival, la antropóloga habló sobre la conformación de las regiones indígenas del estado de Querétaro y los procesos históricos sobre los cuales estos pueblos se asentaron en lo que actualmente se conoce como la capital queretana, desde una mirada antropológica; a fin de plantear propuestas para la atención y la convivencia en un estado y ciudad multicultural.
México, señaló, es una nación con una composición pluricultural sustentada en sus pueblos indígenas, pueblos que habitan en el territorio y que conservan sus instituciones sociales, económicas, culturales, políticas; parte de la identidad indígena que porta, sentenció, es criterio fundamental para determinar a quienes aplican las disposiciones sobre pueblos indígenas.
En este sentido, precisó que al hablar de Querétaro destaca su situación geográfica, pues es un estado dentro de la parte central que forma parte de la región Bajío, donde se cultivaba la mayor parte de los alimentos de la canasta básica que han sido fundamentales dentro de los sistemas alimentarios del país.
“Querétaro se comienza a formar durante el siglo 16 a través de distintos proceso asociados al proyecto colonizador, emprendidos en una alianza entre la población hñähñu con los impulsores del proyecto colonias y poblaciones que con ellos venían desarrollando este proyecto de avance (…) El territorio que en este momento conocemos como Querétaro se denominaba chichimeca pame, un territorio de intensa convivencia interétnica y cultural, una especie de frontera no marcada físicamente, pero sí simbólicamente a través de múltiples prácticas entre pueblos sedentarios más vinculados con la macroarea denominada Mesoamérica”, manifestó.
Mirza Mendoza enfatizó en su clase magistral que la región en la que se sitúa Querétaro, siempre se ha conocido como un espacio de intensas relaciones interétnicas, culturales y de la misma manera lingüísticas.
Desde la década de los 70 a 80, apuntó, se ha tenido la intención de conocer a las poblaciones que integran el estado en términos de su diversidad y características específicas, derivado de los procesos de organización dentro de la entidad, que llevo a las autoridades a preguntarse “¿qué hacer para impulsar de mejor manera las regiones de cultivo?” o “¿cuáles podrían utilizarse con motivación industrial?”; buscar, con ello, conocer las regiones y quienes habitan en ellas.
Además de la gran diversidad biológica y cultural estrechamente relacionadas, se escucha una gran diversidad lingüística en las calles, lo que ha ocasionado preguntas de la población, mismas que dijo, ojalá lleven a la gente a acercarse a esas lenguas para aprenderlas y tener expresiones comunicativas distintas con los pueblos originarios.