Se celebró en México el I Concilio Nacional de Correctores de Estilo
Los días 25 y 26 de octubre se llevó a cabo el Primer Concilio Nacional de Correctores de Estilo en la ciudad de México.
Uno de los objetivos del evento fue el de unificar los esfuerzos y hacer de ésta, una profesión con identidad y reconocida en el ámbito laboral, para que los correctores estén preparados bajo estándares de calidad que les permitan percibir lo justo por el trabajo que realizan.
Dentro de la diversidad de temas, se hizo hincapié en la importancia que tiene la labor del corrector con las publicaciones de internet.
La autopublicación y las herramientas de edición que los usuarios tienen a su alcance pueden demeritar la calidad de un texto. Por ello, es importante que los escritos estén revisados por alguien que se dedique al cuidado de la edición. De la misma manera, el manual de estilo y los procedimientos bien definidos, así como los esfuerzos entre correctores y diseñadores de páginas web, pueden contribuir para lograr una mayor calidad en las publicaciones digitales.
Respecto al uso de diccionarios y la posición de la RAE, se concluyó que ésta sólo da referencias y sugerencias, pero no es la autoridad final en el uso de la lengua.
Se habló del propósito que tienen la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) y el Consejo Nacional de Normalización y Certificaciones de Competencias Laborales (Conocer) para certificar el trabajo de los correctores, con el fin de que incrementen la calidad en su trabajo y ganen con ello confiabilidad en sus clientes. Asimismo, se pretende dar herramientas a las empresas, sobre todo al área de Recursos Humanos, para que tengan estándares y perfiles bien definidos para los puestos de correctores.
Este proyecto ha creado expectativas en el mundo editorial en nuestro país; sin embargo, no se tiene una fecha definida para comenzar.
Para concluir, una forma de lograr la profesionalización de la corrección de estilo se puede dar a través de los siguientes tres aspectos: experiencia, credibilidad y un buen manual de estilo.
La experiencia nos dará credibilidad y con ella, mayores alcances laborales en el gremio. Además, un buen manual de estilo siempre facilitará el trabajo de los correctores y si el cliente (o casa editorial) carece de uno, vale la pena proponerlo y con él, mejorar los procesos internos del cuidado de la edición.
La corrección de estilo es el arte de limpiar y organizar un texto para hacerlo llegar de manera más sencilla al lector. Es una labor indispensable en el proceso editorial y su importancia contribuye a tener gente más preparada; porque un país con educación y cultura al alcance será difícil de dominar por las manos deformes del poder y la ignorancia.