Segundo idioma es relegado en la enseñanza pública argentina

ClarínLa enseñanza de un segundo idioma es el área donde con mayor evidencia se observa el relegamiento de la escuela pública argentina ante la educación privada. Esto significa que la enorme mayoría de los estudiantes provenientes de hogares de escasos recursos queda en inferioridad de condiciones en el mercado laboral y en el acceso a bienes culturales y tecnológicos.Un estudio concretado por la Universidad de Palermo y TNS Gallup, entre 900 jóvenes de entre 10 y 24 años, señala que el 70% de ellos habla solamente castellano. Este resultado muestra el fracaso del modo de enseñanza de otras lenguas en las escuelas públicas. El informe también indica que, entre quienes hablan una segunda lengua, el 61% corresponde a la clase alta y media alta. La consecuencia del escaso valor de la intervención de la educación oficial provoca, lamentablemente, la reproducción de las diferencias económico-sociales, ya que quienes tienen menos recursos también se ven excluidos del acceso al lenguaje de la ciencia, la tecnología, el arte, el comercio y el turismo internacional, lo cual termina ratificándolos en un lugar subalterno.La persistente, y por lo tanto cada año más grave, deficiencia de la escuela pública en la enseñanza de un segundo idioma -principalmente el inglés- significa en términos concretos un incumplimiento de la función básica de la educación pública, la de ser igualadora de oportunidades. La vaguedad de la Ley de Educación en poco ayuda a modificar este cuadro, ya que establece una obligatoriedad que no señala qué idioma y en qué profundidad debe enseñarse. Es así cómo hoy los niveles de idioma son insuficientes y hay escuelas públicas en las cuales los alumnos pasan por cursos de diferentes idiomas sin adquirir saberes mínimos de cada uno. Es necesario que las escuelas públicas garanticen una adecuada enseñanza de al menos un segundo idioma. Y sería razonable que se concentren los esfuerzos en una buena enseñanza del inglés.Una encuesta revela que la mayoría de los secundarios de la escuela pública hablan sólo un idioma, lo que muestra el fracaso de la enseñanza de un segundo idioma.