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Traducción de Machado de Assís hace furor en EE. UU.

16/06/2020
EFE

Machado de Assis, un escritor negro del siglo XIX considerado una de las grandes plumas de la literatura brasileña, hizo furor en Estados Unidos. La traducción al inglés de una de sus obras se agotó en 24 horas coincidiendo con las protestas antirracistas por la muerte de George Floyd a manos de un policía blanco.

“Memórias póstumas de Brás Cubas” (1881), que narra los amores y las desventuras de un hombre ya fallecido en un Brasil aún esclavista, fue relanzado por la editorial Penguin Classics el pasado 2 de junio en Estados Unidos y, al día siguiente, las mayores cadenas de libros del país se quedaron sin estoque.

“En una semana ya estaba en su tercera edición”, explicó sorprendida la traductora Flora Thomson-DeVeaux. La editorial, que no divulga el volumen de sus tiradas, no tenía todavía consolidado el número de libros vendidos, aunque el hecho de que se haya agotado ya es visto como un éxito.

En una entrevista desde su residencia en Río de Janeiro, la estadounidense Flora, de 28 años, juzgó prematuro relacionar las excelentes ventas con la oleada de indignación por la muerte de Floyd, sucedida el pasado 25 de mayo en Mineápolis, por asfixia.

Pidió aguardar la respuesta de los lectores a fin de “rehacer el camino” y “entender por qué” Joaquim Maria Machado de Assis “tuvo este éxito en este momento” de tensiones sociales a cuenta del racismo.

Alabado por grandes nombres como Susan Sontag, Woody Allen y Philip Roth, el escritor brasileño impactó hasta ahora a “un grupo selecto de personas” fuera de Brasil y se mantuvo al margen de una “masificación”, a pesar de su obra estar circulando en lengua inglesa hace más de 70 años.

El primer contacto de Flora con la versión original en portugués de “Memórias póstumas de Brás Cubas” fue en la universidad, cuando era inconcebible para la escritora la idea de dedicar cinco años de su vida a traducir la obra en su tesis doctoral por la Brown University.

“La primera vez que lo leí me reí mucho, lo encontré muy divertido y muy sorprendente”, pues “cada vez que giraba de página era algo completamente inesperado”, recordó.

Sin embargo, conforme fue indagando en la lectura, “surgió un fondo no solo perverso”, sino de “dolor detrás de las bromas”.

“Pasé por una fase en la que era incapaz de reírme con la novela”, porque “lo encontraba triste” por las “tragedias sociales” que se invocan en ella al retratar de manera crítica la sociedad carioca del siglo XIX.

En la obra de Machado de Assis, no solo aparecen figuras representantes de la élite brasileña, sino también personajes pertenecientes al mundo de la esclavitud (Brasil la abolió en 1888, el último país en América).

“Intenté traer en las notas del final del libro todo el contexto de esta sociedad esclavista”, expuso la traductora, quien aclaró que es “perfectamente posible disfrutar del libro sin este contrapeso social-histórico”.

Para Flora, una de las escenas más claras para ejemplificar esa “risa dolorida” acontece tras la muerte del padre de Brás, cuando el protagonista y su hermana discuten para dividirse las propiedades de su progenitor.

En este diálogo, Brás descubre que el esclavo con el que quería quedarse había sido liberado por su padre antes de fallecer.

“Colocan en el mismo nivel el ser humano y el dinero. Son cosificados. Cuando piensas que es un hombre no blanco el que escribió esto, sientes una patada en el estómago: ¿Qué vivió él para escribir esto?”, preguntó retóricamente Flora.

En los últimos años, el color de piel de Machado de Assis fue fuente de incalculables debates. Algunos especialistas y militantes del movimiento negro criticaron que el racismo hubiera emblanquecido su figura a lo largo de la historia.

Se hizo viral en 2019 una imagen del escritor con una tez de color marrón, considerablemente más oscuro de lo que hasta entonces había lucido su tradicional fotografía en blanco y negro.

“El emblanquecimiento de Machado es un hecho histórico”, lamentó Flora, quien recordó que el escritor “fue registrado como blanco cuando murió”, una muestra de “esas peculiaridades de la sociedad brasileña”, país en el que actualmente más de la mitad de sus 210 millones es afrodescendiente.

Nacido en la capital fluminense, hijo de un pintor de paredes y de una lavandera portuguesa, Machado de Assis cultivó los géneros de la novela, el cuento, el teatro, la poesía y la crítica.

De formación autodidacta, entre sus obras más conocidas, además de “Memórias póstumas de Brás Cubas“, también figuran otras como “Quincas Borba” (1891), “Dom Casmurro” (1899), “Esaú e Jacó” (1904) y “Memorial de Aires” (1908).