Tribunal francés decide que la "ñ" forma parte del lenguaje del país
Foto de Marina Vilanova
La justicia da la razón a una familia bretona después de que el Registro Civil rechazara inscribir a su hijo con el nombre de Fañch. La fiscalía, no obstante, presenta recurso al considerar que la virgulilla sobre la ene no forma parte de los signos diacríticos del francés.
El máximo exponente en el plano alfabético de la españolidad es la eñe, pues no hay ninguna otra lengua mayoritaria que la posea. Sin embargo, esto puede ser historia si finalmente prospera una sentencia del Tribunal de Apelación de Rennes, que decreta que la grafía de la ene con virgulilla también es francesa.
El fallo de este tribunal es en respuesta a una demanda de los padres del pequeño Fañch, diminutivo en bretón de François, después de que un funcionario del Registro Civil rechazara inscribir al niño con este nombre alegando que "esta letra no existe en el alfabeto francés".
La familia acudió entonces a un tribunal de Quimper, capital del departamento francés de Finistière, en la Bretaña, que refrendó la decisión del funcionario en un fallo en el que consideró que autorizar la eñe sería como "romper la voluntad del Estado de derecho de mantener la unidad del país y la igualdad sin distinción de origen" y recordó que durante la Revolución Francesa se estableció el francés como único idioma de la administración.
Sin embargo, el juez de Rennes da ahora la razón a los padres de Fañch, de 19 meses, y decreta que "la grafía de la letra ene con una tilde encima es francesa", argumentando que aparece en el diccionario de la Academia Francesa, en el Petit Robert y en el Larousse en los casos de los vocablos 'doña', 'señor', 'señorita' o 'cañon'.
Asimismo, el tribunal recuerda que existen vestigios de la eñe en documentos oficiales de la República.
No obstante, la sentencia de la corte de apelación de Rennes no es firme. De hecho, la fiscalía anunció ayer jueves que ya ha interpuesto un recurso al considerar que "la tilde no está reconocida como un signo diacrítico de la lengua francesa". "Estoy muy enfadado, es un desprecio arrogante para todo un pueblo que está en busca de los más preciado, conocer su propia herencia", reaccionó Jean-René Kerloc'h, abogado de los padres de Fañch.
La letra eñe está presente en el alfabeto bretón, aunque su pronunciación no es como en España. En lugar de un sonido sonante, nasal y palatal es un sonido de una ene más sorda.