Un nuevo estudio explica por qué las lenguas humanas comparten gran parte de la misma gramática
Se conocen unas 7.000 lenguas humanas en todo el mundo y, aunque todas son únicas, también son más parecidas de lo que se cree, sobre todo en lo que se refiere a la gramática, es decir, la forma en que se forman y utilizan las frases.
Los científicos han teorizado que esto puede deberse a ciertas tendencias genéticas, o tal vez a las capacidades cognitivas que todos los seres humanos comparten, como el paso del tiempo que nos permite desarrollar los tiempos pasados y futuros.
Un nuevo estudio propone una razón diferente detrás de esta gramática compartida: la forma en que hablamos del propio lenguaje.
“Proponemos que, en la evolución del lenguaje, hablar sobre él fue una forma de formar algunas de las primeras estructuras lingüísticas complejas y que a partir de ellas pudieron desarrollarse nuevos tipos de gramática”, afirma el lingüista Stef Spronck, de la Universidad de Helsinki (Finlandia).
En muchas lenguas, el discurso referido (o indirecto) ―es decir, las frases que comunican indirectamente lo que alguien ha dicho, en lugar de que alguien lo diga realmente― puede dar lugar a nuevos significados que encajan con determinadas categorías gramaticales.
Por ejemplo, “Ha dicho 'iré” puede significar también “podría ir” o “está a punto de ir” en ciertas lenguas. Esas interpretaciones adicionales no son exactamente un discurso referido, pero se derivan de él.
Los investigadores afirman que esta extensión del significado, que se encuentra en ciertas lenguas en las que se utiliza el discurso referido, puede coincidir con construcciones gramaticales como el aspecto (cómo se extiende algo en el tiempo), la modalidad (hablar de posibles situaciones) y el tema (de qué se habla).
Así que parece que nuestra comprensión colectiva de la gramática puede haber surgido de la forma en que hablamos de otras personas. A partir de una muestra de cien lenguas, los investigadores descubrieron que el habla informada se encuentra en todos los grandes continentes y que se produce independientemente de las familias lingüísticas o las zonas de contacto.
“Los seres humanos hablan de los pensamientos y declaraciones de otras personas todo el tiempo, desde el momento en que aprendemos a hablar”, dice Spronck.
“Esto determina nuestras culturas, la forma en que vemos el mundo y en quién confiamos”. Un fenómeno tan fundamental para la existencia humana probablemente deja su huella en las lenguas, y nuestro estudio demuestra que esto va mucho más allá de las simples frases del discurso informado”.
Los investigadores sugieren que el habla reportada es una fuente importante para ciertas partes fundamentales de la gramática, así como para el significado de algunos verbos. De hecho, habría sido uno de los primeros ejemplos de lenguaje complejo: hablar del lenguaje.
Al mismo tiempo, los investigadores admiten que la nueva hipótesis es, al menos en parte, especulativa: Rastrear el desarrollo del lenguaje a lo largo de miles de años no es tarea fácil, sobre todo porque los seres humanos ya hablaban desde mucho antes de aprender a escribir y registrar algo.
Aun así, la idea es interesante para quienes se interesan por la evolución del lenguaje, y es algo en lo que hay que pensar la próxima vez que se informe sobre lo que ha dicho otra persona. A continuación, los investigadores quieren buscar un vínculo más fuerte entre los patrones de habla reportados y las categorías gramaticales.
“Nuestra hipótesis no pretende sustituir las explicaciones cognitivas tradicionales de la gramática, sino que aporta una nueva historia sobre la aparición de las categorías gramaticales, en particular las que tradicionalmente son más difíciles de explicar”, dice Spronck.