Vargas Llosa: Democracia y felicidad no producen gran literatura
por Alida ValeaBucarest, 21 sep (EFE).- El escritor peruano Mario Vargas Llosa sostuvo este miércoles en Bucarest que la felicidad y la democracia no son terreno abonado a la gran literatura y lo ilustró con el caso de España tras el franquismo, donde de la literatura "comprometida" se pasó a la "superficial" y "brillante", pero "sin deslumbrar".Vargas Llosa, que visita Rumania para recibir el premio Ovidius de la Unión de los Escritores al conjunto de su obra, se reunió hoy con periodistas y gente de la cultura en un acto organizado por el Instituto Cervantes y el Instituto Cultural Rumano.El autor trazó con escuetas pinceladas el fenómeno literario en España bajo la dictadura (1939-1975), cuando los escritores protestaban con sus obras, cargadas de intencionalidad cívica y política, burlaban la censura y la literatura aparecía como "un gran instrumento de la libertad".Recordó que a principios de los años 70 -cuando vivía en Barcelona- los intelectuales creían que la cultura sería la gran protagonista de las grandes transformaciones que se acercaban a España y que iban a liberar la sociedad de la dictadura y la mentira."Esta idea hermosa pero ingenua de la literatura ha desaparecido de la España democrática y libre", señaló, y añadió que los escritores "se resignan a que el mundo no se puede cambiar con una novela o con un poema" y se fijan objetivos más pequeños y realistas.Destacó que la literatura en España se tornó menos comprometida y que, de hecho, los temas políticos y sociales ya no aparecen en los argumentos narrativos, mientras que hace treinta años era la regla."En cambio, en España hay una literatura que juega, que divierte, mucho más superficial, brillante, ingeniosa, pero que no deslumbra", prosiguió el escritor.Desarrolló la idea de que las sociedades en las que "desapareció el hambre y el sufrimiento" producen sólo una literatura "mediocrísima" y "sin vuelo", mientras que las grandes literaturas aparecen en las comunidades dominadas por la inseguridad, la violencia y donde "el vacío existencial se llena con creación"."El amor, el juego, un cierto cinismo, algo de esnobismo, lo que caracteriza la literatura de las sociedades estables, ha empezado a desempeñar un papel muy importante en la vida literaria española", precisó el literato.Mencionó, sin embargo, que en España hay excepciones y precisó que algunos libros se impusieron en los últimos años por un contenido ambicioso y comprometido, para lo que los autores tuvieron que valerse de técnicas "rupturistas" para poder "seguir enviando mensajes hacia el público, que no quiere más mensajes".Citó en este sentido "Soldados de Salamina", de Javier Cercas, a la que caracterizó como "una de las grandes novelas" y "entre las más interesantes" que se han escrito en español en los últimos años."Un libro muy hermoso, que es al mismo tiempo literatura brillante en la que hay juego intelectual y una visión muy fresca de la historia inmediata", explicó.Mencionó también "Las edades de Lulú", de Almudena Grandes, que en su opinión es "mucho más" que una novela erótica como parecería y que "presenta mejor que nada la fantástica emancipación de la mujer y la profunda revolución de las costumbres" que la transición a la democracia trajo a España.Vargas Llosa tenía previsto inaugurar esta tarde en la capital rumana una exposición de fotos de su hija Morgana Vargas Llosa, realizadas durante su labor de documentación para el libro "El paraíso en la otra esquina", y reunirse con lectores rumanos.La editorial rumana Humanitas presenta con este motivo "la obra integral" de Vargas Llosa traducida al rumano y que contienen la casi totalidad de la obra de este escritor muy conocido y apreciado en el país balcánico.