Vinculan la tecnología y el monolingüismo
El Nuevo Día (Puerto Rico)
El monolingüismo que impone la tecnología podría verse como una molestia menor, pero tiene consecuencias negativas para los usuarios, pues afectará la calidad de la comunicación / Shutterstock
Cuando los puertorriqueños se comunican, usan una variedad y tonos de lenguaje. A veces, mezclan jergas formales e informales. Las expresiones en “espanglish” (mezcla de español e inglés) son frecuentes también. Los gestos faciales y corporales añaden énfasis, capas de significado, humor, sarcasmo y hasta doble sentido. En fin, la comunicación es multilingüe, es decir, que los boricuas utilizan diversas herramientas del lenguaje verbal y no verbal para hacerse entender.
De hecho, la comunicación multilingüe es la regla y no la excepción. Cada nación y culturas, a través del mundo, tienen sus idiosincrasias comunicativas.
Sin embargo, desde el punto de vista de la tecnología, la comunicación es muy diferente, asegura el doctor Manuel Pérez Quiñones, profesor de Programación y Sistemas de Información en la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte.
En un artículo recién publicado junto a la doctora Consuelo Carr Salas, en la revista Interactions de la Asociación para Maquinaria de Computación, el sanjuanero argumenta que el diseño de los sistemas computadorizados asume que la comunicación es monolingüe y formal. O sea, que ocurre solamente en un lenguaje a la vez y asumiendo una expresión similar a la formal escrita.
Pérez Quiñones y Carr Salas explican que esta “ideología del monolingüismo” tiene sus orígenes en los conceptos de internacionalización y localización. Si una persona está localizada en Estados Unidos, los desarrolladores de “software” diseñan sistemas de información que asumen una comunicación exclusivamente en inglés. Aun cambiando el teclado y las opciones de lenguaje en la computadora, la comunicación será mayormente monolingüe.
Consecuencias negativas
El monolingüismo que impone la tecnología podría verse como una molestia menor, pero tiene consecuencias negativas para los usuarios, pues afectará la calidad de la comunicación, la cual podría simplificarse hasta el punto de que surjan malentendidos.
Los autores describen el monolingüismo como una “puerta trasera” para adelantar ciertas ideologías políticas. “Al tener el idioma inglés como ‘default’ o lenguaje predeterminado, podría darse la impresión de un apoyo a políticas proinglés primero o inglés solamente (English-first, English-only) y en contra del multiculturalismo, que es muy común en el mundo”, sostienen.
Un caso común surge cuando aquellas palabras que se escriben en español dentro de una conversación en inglés son subrayadas en rojo, como si fueran erróneas o estuvieran mal escritas. En algunos sistemas, estas palabras son autocorregidas y reemplazadas con palabras cuyos significados son completamente diferentes. Por ejemplo, hay teléfonos celulares que autocorrigen la palabra “comida” con “comics” y “comical”, y la palabra “perro” con “pedro” y “performance”.
En otros casos, las letras del alfabeto que no son parte del idioma inglés (como la ñ) y las letras con acentos podrían aparecer con un código numérico o alfanumérico. El apellido Pérez, de hecho, a veces la computadora lo interpreta como Pérez o como Pé:rez.
La situación es aún más precaria cuando un usuario regularmente se comunica en varios idiomas intercaladamente. El profesor Pérez Quiñones interactúa en inglés con sus compañeros de trabajo, y en español con su familia en Puerto Rico. Este frecuente cambio de idiomas hace el uso de diccionarios electrónicos y el mismo apoyo de autocorrección completamente inefectivo e inútil.
Cambio de paradigma
En la conclusión de su artículo, Pérez Quiñones y Carr Salas proponen un cambio en el paradigma actual que rige cómo los sistemas de información se diseñan para que fomenten las interacciones bilingües y multilingües, y ponen como ejemplo el uso de “emojis” y emoticones como un paso en la dirección correcta.
Eventualmente, los avances de sistemas de información deberían reconocer y fomentar las comunicaciones multilingües, ya que son la manera natural de la comunicación humana.
El autor es catedrático en Física y Educación Científica en Morehead State University, Kentucky, y miembro de Ciencia Puerto Rico (www.cienciapr.org).