Muere el escritor catalán Baltasar Porcel
La VanguardiaPorcel, uno de los grandes escritores europeos de nuestro tiempo, nació en Andratx, Mallorca, en 1937. Su familia estaba ubicada en la isla desde fechas muy antiguas, que en algunos de sus libros Porcel llegaría a remontar a la conquista por el rey Jaume I en el siglo XIII.El abuelo y el padre del escritor emigraron a Cuba en busca de fortuna y regresaron sin ella, "nadie se hizo rico allí", diría Porcel. El progenitor, durante algún tiempo, trabajó como cocinero en una goleta, hasta el retorno definitivo al pueblo de origen. "En los años de la postguerra –rememoraría el escritor– Andratx era un lugar muy cerrado, encajonado entre las montañas y el mar, con pésimas comunicaciones con Palma. Muchos habitantes no habían salido nunca del pueblo. La gente era pobre, aunque tuviera pequeñas posesiones. La mayoría de las familias llevaba varios siglos viviendo allí, mezclándose entre ellas y con poco contacto con el mundo exterior, lo que propiciaba un clima endogámico y un tanto enrarecido. La lengua era un catalán lleno de modismos, aún no había llegado la gran ola migratoria de habla castellana".El mundo mítico de MallorcaEn el pueblo, la mayoría de la gente se dedicaba a la agricultura, a la pesca y, según y como, al contrabando. Una figura influyente fue su tío y padrino, Baltasar Guillem, aventurero vinculado a los contrabandistas, que estimularía la imaginación precoz del autor. Porcel ha recordado que aunque imperaba la doctrina de la Iglesia "la gente, en realidad, no era católica, sino panteísta", y ponía el ejemplo de su propia madre, que creía inequívocamente en la presencia visible de fantasmas.Un familiar interesante era su abuelo juez, una de cuyas ocupaciones consistía en descolgar a los suicidas por ahorcamiento que proliferaban en los años 40. El escritor, hijo único, creció en el seno del amplio clan familiar, entre tíos y tías, primos y abuelos, "a menudo peleados entre ellos".Lector precoz, fue elegido presidente de la congregación mariana del pueblo y con los curas, "gente culta", se introdujo en la lectura de autores como Julio Verne o Pío Baroja, que alternaba con los tebeos de Roberto Alcázar y Pedrín o El hombre enmascarado.En los años 50, coincidiendo con los inicios del boom del turismo, los Porcel se trasladan a Palma, ya que el padre ha encontrado trabajo como encargado de planta en el hotel Victoria. Viven en el barrio residencial de Son Armadams, donde también se ha instalado el ya muy famoso escritor gallego Camilo José Cela.En Palma, el Porcel adolescente se integra en los grupos de cristianos jóvenes y estudia comercio, dos direcciones vitales que pronto abandona para siempre. Entra a trabajar en una imprenta, hace sus primeros pinitos periodísticos en el Diario de Mallorca, conecta con grupos catalanistas y empieza a escribir en esta lengua.También se hace amigo de Llorenç Villalonga, psiquiatra de familia distinguida y escritor por aquel entonces muy poco reconocido. "Le veía como todo lo que yo no era: rico, refinado, irónico, moviéndose bien en sociedad, y supongo que a él le pasaba al revés un poco lo mismo. Estaba bastante obsesionado conmigo y me retrató en varias de sus novelas". A lo largo de los años mantendrían una relación intensa y salpicada de crisis regulares, que generó un abundante epistolario.Villalonga le recomendó a Cela, quien lo tuvo un par de años trabajando en su revista Papeles de Son Armadams. Allí le tocó tanto redactar paquetes como escribir una necrológica del pintor Maurice de Vlamick. "De Cela aprendí sobre todo lo que era un escritor profesional, el más importante que había entonces en España, y aprendí también el arte de escribir, de crear un lenguaje. Pero la capital mallorquina, que al principio había representado para Porcel la libertad, empezó a constreñirle. "Yo era de pueblo y se me notaba, tenía acento pueblerino. Hacia 1960 me sentía completamente desvinculado".Ya ha publicado su primer libro, del que Joan Triadú ha hecho una elogiosa reseña. Porcel le escribe, pidiendo que le busque trabajo en Barcelona. El generoso crítico le acoge en su propia casa y le coloca en Muebles Maldà, comercio propiedad de su amigo el activista catalanista Ermengol Passola. Con lo que, a los pocos meses de su llegada, se ve envuelto en las actividades clandestinas que rodearon los fets del Palau de la Musica, imprimiendo panfletos contra la represión.En 1991 Editorial Proa comienza a publicar su Obra Completa. Recupera y amplia unas casas familiares en el valle de Sant Elm, junto a Andratx y constata la radical transformación de su universo de infancia. "Entendí en su día el boom del turismo porque Mallorca era muy pobre y tuvo la posibilidad de ser rica. Mi valoración ha sido positiva hasta que eso se ha convertido en la destrucción total de lo que existía". Premios, honores, reconocimientos…Mientras sus novelas cosechan una tras otra la práctica totalidad de premios catalanes (Prudenci Bertrana, Sant Jordi, Ramon Llull, Lletra d'or, Creixells), también se van dando a conocer fuera del ámbito hispánico.La traducción al inglés de Cavalls cap a la fosca es considerada uno de los mejores libros de 1995 por la revista estadounidense Publishers Weekly y por The critics choice, que agrupa a algunos de los más prestigiosos críticos literarios estadounidenses.En 1996 publica Mediterrània. Onatges tumultuosos, vigorosa síntesis de libro de viajes, ensayo histórico, análisis literario y autobiografía personal en la línea del Danubio de Claudio Magris; sin duda uno de sus mejores libros, y el más destacado de no ficción que ha publicado.La versión francesa de Actes Sud le reportará varios galardones en el país vecino y la italiana le brinda el premio Bocaccio, rubricando la proyección europea de su trabajo.Su protagonismo en el acto de clausura de la Feria de Frankfurt de 2007, con la literatura catalana como invitada, contribuiría decisivamente a proyectar su obra también en el ámbito germánico.En agosto de 2006 le descubren un tumor en la cabeza, para el que se somete a tratamiento en el Hospital Clínic de Barcelona. Tras la quimioterapia y un autotrasplante de células madre, aparentemente se recuperó y unos meses más tarde volvió a su actividad habitual.Coincidiendo con su 70 aniversario, en el 2007 recibió varios homenajes por el conjunto de su trayectoria, así como el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes por el conjunto de su trayectoria.En 2008 publicaba una de sus novelas más ambiciosas, Cada castell i totes les ombres, con el que ganó el premio Sant Joan de novela. En primavera de 2009 supo que el linfoma maléfico se le había reproducido, una noticia que afrontó con su actitud habitual ante la vida: positiva, realista y con un punto estoica. Pero bajo ningún concepto victimista ni autocompasiva.