Seseante rico, seseante pobre...
iEco-Clarín«¡Eres un mastrenco! Te vas por los cerros de Ubeda y estás más perdido que un burro en un garage». Si va caminando por la calle y escucha que alguien dijo las frases del primer párrafo, expresiones típica de la España del norte, lo más probable es que la persona en cuestión vaya bien vestida: «(Entre quienes hablan español) la característica asociada con un mayor ingreso es la ausencia del seseo —típica del español peninsular norteño—, que está vinculada con un ingreso anual medio por habitante que es 20.000 dólares superior al de los hablantes seseantes», dice Germán Coloma, economista y profesor de la Universidad del Cema. Coloma se propuso un desafío poco ortodoxo: llevar a cabo una cuantificación económica del idioma español. Lo hizo analizando la valuación —en términos de ingresos promedio de los hablantes— de cinco características fonéticas, cuya presencia o ausencia sirven para distinguir entre diez variedades regionales del idioma.No es la primera vez que el investigador de la UCEMA explora tierras poco visitadas de la economía. Años atrás hizo un refinamiento matemático del modelo de los penales de fútbol y teoría de los juegos que llevó a la fama a Steven Leavitt, el profesor de Chicago y autor del exitoso Freaknomics.Para su estudio sobre el idioma, el economista dividió al mundo hispanoparlante en diez zonas de acuerdo a sus características fonéticas: castellano peninsular, peninsular estándar, andaluz-canario, mexicano-centroamericano, caribeño, andino moderno, andino tradicional, chileno, rioplatense y paraguayo.¿Cuáles fueron los resultados? El ingreso anual promedio de toda la zona hispanoparlante es de US$ 13.568. Este valor es un 153,26% superior en la zona del español peninsular estándar; y un 61,72% inferior en la zona del español paraguayo, que es la que tiene menor ingreso per cápita. Para quienes hablan la modalidad "rioplatense", el ingreso es levemente superior al promedio: US$ 14.702 por año.Siempre en promedio, los hablantes no seseantes tienen un ingreso por habitante anual de casi 34 mil dólares, un 291% que el promedio de los hablantes seseantes.Los aportes de la economía al estudio de los idiomas son escasos, pero existen. El año pasado, Juan Pablo Pinasco, un matemático de la UBA, tomó elementos de la economía para predecir que la dispersión idiomática tiene larga vida. Pinasco publicó sus conclusiones en un journal muy prestigioso, Physica A, y allí explicó que se pueden pensar a los idiomas como mercados competitivos, donde cada individuo es una firma que tendrá incentivos a hablar otra lengua en tanto existan retornos positivos para hacerlo.El profesor de Rotterdam Arjo Klamer acuñó el término econospeak para nombrar a la jerga de los economistas. ¿Cuánto ganará el hablante promedio de este idioma?