AGENDA
Estimados amigos:Soy un asiduo lector de los boletines que ustedes me envían constantemente con las noticias del Castellano o la Palabra del día.Hace unos meses, vosotros me enviasteis una nota sobre la palabra «agenda», en la cual se afirmaba que este término viene de la expresión latina «ago», «agere» (llevar, conducir, empujar, hacer andar, hacer). Se decía también que su origen etimológico está en el participio activo, «agens», «agentis», que se formó en el Castellano hacia el siglo XVI como «agente» y, en el siglo XVII, «agencia» y «agenciar».También decían ustedes que agenda apareció en Francés en el siglo XIX, con el sentido de «las cosas que se deben hacer» y se la encuentra por primera vez en Castellano en 1855 con idéntico significado. Vosotros concluíais el escrito diciendo que en los últimos años, se advierte en algunos países el empleo del verbo «agendar» para decir: ‘fijar día y hora para una determinada actividad, marcar una cita o registrarla por escrito’, formado de la misma manera que «agenciar». Aunque estoy de acuerdo con lo que ustedes afirman he de decirles, en mi calidad de escritor castizo, que en verdad, según lo que he podido registrar de varias investigaciones, la palabra agenda tiene un origen antiquísimo en la Roma milenaria, cuando los ciudadanos del imperio utilizaban la expresión «diurna actorum scriptorum», para señalar al cuaderno en que se anotaba «lo que se ha de hacer cada día». Creo que esta referencia os ha faltado en la nota que habéis preparado para la palabra agenda y quería adicionarla como contribución a enriquecer el estudio concienzudo que venís realizando para darnos a conocer tantas cosas del origen de las palabras en nuestra bella lengua de Castilla.Esperando que me escriban con cualquier comentario sobre este aporte, me suscribo con un cordial saludo.His cum affectibus vobis,DIEGO DEMETRIO ORELLANASanta Ana de los Ríos de Cuenca, Ecuador.Mensis augusti, die XVII, currentis Anno Domini bismillesimo octavae
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