Juan José Millás: el trabajo de las amas de casa sostiene el mundo
Por Santos RomeroBarcelona, 2 oct (EFE).- Contradiciendo a los capitalistas, que aseguran que el dinero mueve el mundo, y a los freudianos, que ven al sexo como el motor de la humanidad, Juan José Millás asegura que sin el trabajo de las amas de casa el mundo se acabaría, pero su esfuerzo doméstico no figura en asientos contables ni el PIB.Millás no ha recurrido a ninguna teoría económica para llegar a esta conclusión, sino a dos reportajes periodísticos tras convivir un día completo con María y Mercedes; la primera es una ama de casa a jornada completa, mientras que Mercedes dobla su esfuerzo diario con un trabajo remunerado por la mañana y plena dedicación a su familia durante la tarde y parte de la noche.Los dos reportajes fueron publicados en El País Semanal y ahora han sido editados por Península con el título de "María y Mercedes: Dos relatos sobre el trabajo y la vida familiar".Acorde con lo cotidiano del contenido de ambos textos, para la portada del libro no se ha recurrido a ninguna fotografía ni cuadro simbólico y en ella aparecen sendos retratos de María y Mercedes metidas en "faena" en su vida diaria.La vida de María esta centrada en su hijo, un niño hiperactivo al que tiene que dedicar una atención especial y que "da guerra por cuatro", pero tiene algún que otro tiempo libre que dedica a ver la televisión.De todos modos, María se queja de que no tiene tiempo para ella sola y barrunta, pese a la frenética actividad que tiene como ama de casa, poder volver a trabajar aunque sólo sea a tiempo parcial.La vida de Mercedes esta dominada por el tiempo que dedica a todas sus actividades, desde que se levanta a las seis de la mañana hasta que cae rendida por la noche.El reloj domina su vida y está presente en todas las actividades que realiza a lo largo de más de 16 horas de trabajo. Todo su tiempo está medido y controlado; sólo los problemas de tráfico o de aparcamiento la desvían de la dictadura del reloj y suspira por tener el poco tiempo libre del que disfruta María.