Nancho Novo publica "El solateras", una novela "guarromántica"
Por Celia SierraMadrid, 22 oct (EFE).- El actor y músico Nancho Novo salta al mundo de la literatura con "El solateras", una novela que define como "guarromática" y en la que perfila, con humor y desgarro, los derroteros amorosos y existenciales del hombre de hoy en día, al que bautiza, en entrevista a EFE, como "hommo urbanus"."El solateras" está protagonizado por un hombre con "un gran afán de libertad, y que en su fuero interno guarda ese 'vivíamos mejor cuando estábamos solos en el paraíso'", comenta Nancho Novo quien, más conocido por su faceta como actor de teatro y cine, ya ha escrito y dirigido varias comedias teatrales como "Poor Johnny", "Tibias cruzadas" o "Un crimen en el cielo", además de colaborar como articulista para Diario 16, El Periódico o El Mundo.Aunque aparente lo contrario, el texto entraña un gran respeto por el género femenino, "no quería personificar a la mujer únicamente como deseo afectivo o sexual. La trato con mucho cariño, tengo esa conciencia de culpabilidad corporativa de 'macho', y creo que hay que pedir perdón a las mujeres en muchos sentidos", aclara el actor.Así, "El solateras" narra, en primera persona y en formato flashback, la enésima ruptura de un actor frustrado que se debate entre la compasión y la culpa, con la televisión como compañero incondicional, mientras reflexiona sobre el amor, el trabajo, y la vida en general.El protagonista, del que no se sabe el nombre, vagabundea con humor entre el surrealismo y lo ridículo: el papel de su vida es el personaje de una película en la que siempre aparece desenfocado o fuera de cuadro, Hacienda vacía su cuenta y embarga su única pertenencia, un Renault 6; y la policía le visita por tener un amigo marroquí con un primo relacionado en el 11-M. Bajo estas circunstancias el personaje ahoga su frustración y enfado con litros de alcohol, cigarros y montañas de ropa sucia."La novela es dura, no quería hacer algo intrascendente, soy incapaz de escribir solo de coña, pero tengo ese punto de existencia que tira a la náusea", detalla el actor, que dibuja, con un lenguaje directo y explícito, imágenes donde se mezclan drogas, sexo, promiscuidad, borracheras, resacas y "vomitonas"."Me gusta ser muy directo, y aunque en ocasiones suene demasiado arrabalero o de calle, he intentado cuidar mucho el lenguaje" apunta el actor, que utiliza palabras como "solateras", un adjetivo que el autor ha transformado en nombre, "guarromántico", término con la que se refiere a ese "romanticismo espúreo, preñado de realismo y alejado de un imaginario rosa"."He tratado de coger un poco de distancia con el personaje, aunque en algunos momentos empatizo con él", asegura Novo, que, como cualquier escritor, reconoce similitudes con su personaje: "tiene mucho de mí, sobre todo algunas reflexiones, o situaciones vividas disfrazadas de ficción. Me daba morbo jugar con la ambigüedad de que la gente no supiese donde acaba el personaje y donde empiezo yo. Un síntoma de mi retranca gallega", comenta irónicamente.Novo confiesa que "El solateras" está escrito "desde la honestidad", y "sin guitarra ni papel", como dice Antonio Vega, y aunque pensó que la novela sólo calaría entre hombres entre veinte y cuarenta años, se ha sorprendido de que muchas de sus amigas, "mayores y no tan mayores", les esté gustando este particular retrato del hombre moderno.En cuanto a su faceta más reconocida, la de actor, Nancho Novo está en un momento muy fructífero. Acaba de estrenar la película "Sinfín" y "Somne", y en invierno comienza el rodaje de "Todos Amábamos a Gloria Cole", un film de Manuel Lombardero en el que interpretará a un pianista de jazz alcohólico. En la recámara aguardan un puñado de guiones de cortos que espera poder estrenar "algún día".