Tecnología propicia diccionario de americanismos tras un siglo de intentos
Tordesillas, España, 25 oct (EFE).- La televisión e Internet han contribuido a que, en los últimos años y gracias al empeño de las 22 entidades que agrupa la Asociación de Academias de la Lengua, la elaboración del diccionario de americanismos sea en 2008 una realidad tras más de un siglo de intenciones vanas.Así lo destacó el martes en la localidad vallisoletana de Tordesillas, durante la presentación del proyecto de este diccionario, el secretario de la Asociación, el puertorriqueño Humberto López Morales, quien subrayó las facilidades que ofrece para una empresa de estas características el uso del correo electrónico y los ficheros automatizados.López Morales realizó una defensa "ardiente" de "las telenovelas americanas, a pesar de su contenido", en el sentido de que propician algo "muy importante" como es que "una mujer mayor que viva en un pueblo español perdido en las montañas pueda llamar a una radio y diga que le parece que algo es chévere", como influencia de los términos que escucha en la televisión.Las más de 100.000 entradas y cerca de medio millón de acepciones que se pretende incluir en esta publicación deben ser una muestra de que los 450 millones de hispanohablantes en el mundo "nos estamos esforzando por entendernos mejor" y, por consiguiente, que "queremos estar más cerca emocionalmente", indicó López Morales."Ya es hora de que nos pongamos a trabajar en serio porque el mundo iberoamericano se merece desde hace mucho tiempo este diccionario", subrayó el lexicógrafo puertorriqueño, quien coordina los trabajos de tres comisiones encargadas de la elaboración de la obra, integradas por representantes de las 22 academias de la Asociación, por profesores universitarios y por jóvenes becados por la Fundación Carolina, encargados de la revisión de documentación.Para subrayar la dificultad que entraña el proyecto y la planificación que está requiriendo, López Morales apuntó que actualmente tienen catalogados unos 85 sinónimos de la palabra "vulva", unos 110 de "pene" y "no digo nada del verbo que suele unir a estos dos sustantivos", ironizó.Para dar solución a problemas de este tipo, que complicarían la consulta rápida de los términos, López Morales explicó en un auditorio lleno por cerca de un centenar de personas que se incluirán doce apéndices en los que se abordarán temáticas concretas, como los sinónimos, la nomenclatura de las monedas y los gentilicios, entre otros.El secretario de la Asociación de Academias de la Lengua se extendió en el ejemplo polisémico de la palabra "agua" y pronunció algunas expresiones que dibujaron una sonrisa en la cara de los asistentes a la charla, al realizar un recorrido por algunas composiciones lingüísticas de diversos países iberoamericanos.Cuando en Cuba dicen que alguien "tiene un agua", se quiere expresar en castellano que va muy borracho, cuando en Colombia ofrecen un "agua aromática" no se están refiriendo a una colonia, sino a una infusión, explicó López Morales, quien aconsejó a los españoles que cuando acudan a Puerto Rico no pidan un zumo de naranja, ya que le servirían el ácido que desprende la cáscara del fruto, sino que reclamen un "jugo de naranja".La presentación del proyecto de diccionario de americanismos, cuya publicación se espera para 2009, después de que se concluya en 2008, fue el primero de los actos programados en la VI edición del Congreso Internacional "El Español en América", que se celebra desde hoy y hasta el próximo 29 de octubre en Tordesillas.En este encuentro participan filólogos y especialistas procedentes de universidades y otras instituciones de Argentina, Bélgica, Chile, España, Francia, Honduras, Italia, Perú, Puerto Rico y Uruguay.Los ponentes y asistentes a las mesas redondas analizarán y debatirán, entre otros asuntos, el presente y futuro del español en América, la convivencia del idioma común con las vernáculas y las políticas lingüísticas, dentro del plano filológico.El capítulo histórico y cultural tendrá como referentes a los cronistas de Indias, el papel de la reina Juana I de Castilla, hija de los Reyes Católicos, en la epopeya del Descubrimiento, y los derechos humanos en Hispanoamérica.