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Los antiguos canarios hablaban una lengua libia

23/10/2017
Ana Santana

Un grabado rupestre que alude a un hijo, descendiente o miembro del clan de los Cemidán confirma que en Fuerteventura y Lanzarote, en las Islas Canarias, se empleó un lenguaje líbico antiguo escrito con caracteres latinos, lo que vincula a sus pobladores con grupos étnicos del antiguo territorio de Numidia.

El estudio ha sido realizado por los arqueólogos José Juan Jiménez, conservador del Museo Arqueológico de Tenerife, y María Antonia Perera, del Cabildo de Lanzarote, coautores de dos ponencias científicas presentadas en las XVII Jornadas de Estudios sobre Lanzarote y Fuerteventura celebradas recientemente en Arrecife.

En sus ponencias sobre inscripciones arqueológicas bialfabéticas de las dos islas más orientales del archipiélago canario se abarca además su vinculación con el poblamiento de Canarias en el mundo antiguo, como publica el Cabildo de Lanzarote y de Museos de Tenerife, explica investigador José Juan Jiménez.

Estudio

El estudio apunta a la vinculación de las poblaciones indígenas insulares de Fuerteventura y Lanzarote con grupos étnicos autóctonos continentales de la zona centro-oriental norteafricana, que se corresponde con el antiguo territorio del Reino de Numidia extendido hasta el área de Tripolitania; actualmente noreste de Argelia, Tunicia y noroeste de Libia.

La inscripción líbico-latina descifrada -entre otras estaciones rupestres- en Montaña Blanca (Fuerteventura) es «Iawantx Iacemindan» que también consta como «Guayasen Semidán» en fuentes etnohistóricas grancanarias, lo que demuestra «un claro parentesco lingüístico líbico antiguo» en las tres islas canarias de la provincia oriental.

Esta inscripción, entendida en su día de otra forma por W. Pichler, la ha transcrito Jiménez partiendo de caracteres alfabéticos líbico-latinos localizados en Montaña Blanca de Arriba (Fuerteventura) como «hijo, descendiente o perteneciente a los Kemidan», un clan de ascendencia líbica antigua relacionado con el cargo de jefe tribal.

Un grabado rupestre que alude a un hijo, descendiente o miembro del clan de los Cemidán confirma que en Fuerteventura y Lanzarote, en las Islas Canarias, se empleó un lenguaje líbico antiguo escrito con caracteres latinos, lo que vincula a sus pobladores con grupos étnicos del antiguo territorio de Numidia.

El estudio ha sido realizado por los arqueólogos José Juan Jiménez, conservador del Museo Arqueológico de Tenerife, y María Antonia Perera, del Cabildo de Lanzarote, coautores de dos ponencias científicas presentadas en las XVII Jornadas de Estudios sobre Lanzarote y Fuerteventura celebradas recientemente en Arrecife.

En sus ponencias sobre inscripciones arqueológicas bialfabéticas de las dos islas más orientales del archipiélago canario se abarca además su vinculación con el poblamiento de Canarias en el mundo antiguo, como publica el Cabildo de Lanzarote y de Museos de Tenerife, explica investigador José Juan Jiménez.

 

Estudio

El estudio apunta a la vinculación de las poblaciones indígenas insulares de Fuerteventura y Lanzarote con grupos étnicos autóctonos continentales de la zona centro-oriental norteafricana, que se corresponde con el antiguo territorio del Reino de Numidia extendido hasta el área de Tripolitania; actualmente noreste de Argelia, Tunicia y noroeste de Libia.

La inscripción líbico-latina descifrada -entre otras estaciones rupestres- en Montaña Blanca (Fuerteventura) es «Iawantx Iacemindan» que también consta como «Guayasen Semidán» en fuentes etnohistóricas grancanarias, lo que demuestra «un claro parentesco lingüístico líbico antiguo» en las tres islas canarias de la provincia oriental.

Esta inscripción, entendida en su día de otra forma por W. Pichler, la ha transcrito Jiménez partiendo de caracteres alfabéticos líbico-latinos localizados en Montaña Blanca de Arriba (Fuerteventura) como «hijo, descendiente o perteneciente a los Kemidan», un clan de ascendencia líbica antigua relacionado con el cargo de jefe tribal.

Las palabras «Iawant x Iacemidan» grafiadas con el alfabeto líbico-latino signfican «hijo, miembro, descendiente o perteneciente a los Kemidan» porque en ese alfabeto la «c» tenía sonido de «k», afirma el arqueólogo. El término aparece castellanizado en Gran Canaria como «Guayasensemidán» o «Guayasen Semidán», guanarteme del siglo XV.

De hecho, las crónicas de la Conquista citan reiteradamente «Semidán» o «Asemidán» como una rama familiar indígena propio del linaje gobernante en la isla.