honor
El vocablo honor se basa en la idea de un vínculo entre un individuo y la sociedad, que se manifiesta como un código de conducta, y tiene como elementos el valor, la honestidad, la compasión y, sobre todo, la fidelidad a la palabra dada.
A los individuos, la sociedad les asigna un grado de dignidad y respetabilidad en función de la armonía de sus acciones con sus palabras.
En nuestra lengua, el honor se vincula con el concepto medieval castellano de mesura, heredado de la hybris griega, así como las ideas de decoro, decencia y dignidad humanas, que no admiten jamás chicanas ni renuncios.
La palabra, una de las pocas que nos llega del latín sin ningún cambio, proviene de honor, honoris que, para los romanos significaba ‘consideración, respeto, atención’ y también ‘las honras y dignidades concedidas por el Estado’ como representante de la sociedad.
No hay certeza sobre el origen más remoto de este vocablo, pero el etimólogo británico Eric Partridge sugiere la raíz prehistórica indoeuropea hen- que aludía a la noción de ‘hincharse’, que en algún momento se debe haber asociado a la idea de ‘henchirse de orgullo’.
Nota: Con frecuencia recibo preguntas ‒muy razonables, por cierto‒ sobre cómo es posible que conozcamos palabras prehistóricas, cuando esa fase de la humanidad se define precisamente por ser anterior al surgimiento de la escritura.
Ocurre que las lenguas prehistóricas son idiomas hipotéticos, cuyas raíces más importantes fueron descubiertas por la lingüística comparada mediante el estudio de las semejanzas halladas entre lenguas históricas, como sánscrito, el griego y el latín. Se cree que aproximadamente la mitad las lenguas que que existen hoy en todo el mundo, desde la India hasta la península ibérica, desciende de las lenguas indoeuropeas, o de la madre de todas ellas, un no menos hipotético "protoindoeuropeo". En Europa, solo cuatro lenguas no pertenecen a esta familia: el finés, el estonio, el húngaro y el vasco. Esta vasta familia lingüística se originó en migraciones que ocurrieron a lo largo de varios siglos desde hace unos cuatro milenios, a partir del suroeste de Europa o desde algún lugar del Medio Oriente, y que llegaron a toda Europa y parte de Asia.