deporte
Las competencias deportivas son, desde el siglo XIX, herederas de los torneos y justas medievales, que muchas veces se saldaban con la propia vida. En nuestros días, deporte se define como ‘actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas’.
En el castellano antiguo, deporte, y su forma diptongada depuerto significaba ‘entretenimiento, diversión, disfrute, juego’, a partir de una de las acepciones del verbo latino dēportāre ‘alcanzar u obtener victoria o lauros’ o el sustantivo latino deporto ‘victoria militar, retorno triunfal’. Veámoslo en este fragmento de Crónica de Enrique IV (1481-1502), de Diego Enríquez del Castillo:
Era gran caçador de todo linaje de animales y bestias fieras; su mayor deporte, andar por los montes y, en aquellos, hazer edifiçios y sytios çercados.
Otra de las acepciones del latín deportāre era ‘llevar, conducir de un lugar a otro’, que en castellano cambió a ‘desterrar a alguien a un lugar, por lo regular extranjero, y confinarlo allí por motivos motivos políticos o como castigo o venganza’.