protocolo
En la antigua Grecia, un libro estaba compuesto por hojas de papiro pegadas unas con otras para formar un rollo. La primera hoja de ese largo rollo, en la que constaban, como hoy, los datos fundamentales del libro, se llamaba en griego πρωτόκολλον (protokollon), palabra formada por proto- ‘primero’, ‘inicial’ y kollon, forma verbal de kollema ‘pegado uno con otro’, derivado de kolla ‘cola’. O sea que, inicialmente, protokollon significó 'la hoja pegada en primer lugar' y así pasó al latín protocollum.
En español, protocolo aparece en Covarrubias (1611) con el sentido de ‘actas de una conferencia’ o ‘normas de ceremonial’ o ‘pasos a dar en orden riguroso para obtener un fin determinado’. Este último significado, que también existe en el inglés protocol, fue adoptado en la moderna informática para designar el orden de las tareas de una computadora que, por ser realizados sin intervención humana, deben ser planificados con precisión rigurosa (protocolo de Internet, protocolo de correo electrónico).
En el actual Diccionario de la lengua española (DLE), protocolo se define en cinco acepciones diferentes: 1. m. Serie ordenada de escrituras matrices y otros documentos que un notario o escribano autoriza y custodia con ciertas formalidades. 2. m. Acta o cuaderno de actas relativas a un acuerdo, conferencia o congreso diplomático. 3. m. Conjunto de reglas establecidas por norma o por costumbre para ceremonias y actos oficiales o solemnes. 4. m. Secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc. 5. m. Inform. Conjunto de reglas que se establecen en el proceso de comunicación entre dos sistemas.