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"Me considero una persona humilde y luchadora en la vida"

24/11/2020
Javier Chaparro. Entrevista a Sergio Jiménez, joven filólogo

La noticia de su elección como número uno de los nuevos filólogos en Inglés fue celebrada en Algeciras casi como un premio concedido a toda la ciudad. La Sociedad Española de Excelencia Académica (Sedea) tomó la decisión tras analizar su expediente y formación académica en el doble grado en Lingüísticas y Lenguas Aplicadas (8,16 de media) y en Estudios Ingleses (8,2 de media), cursado en la Facultad de Filosofía y Letras de la UCA. Entrevistar a este ex alumno de los Salesianos es hacer un curso acelerado de lingüística.

¿Se esperaba el reconocimiento que le han dado y el impacto que ha tenido la noticia en Algeciras?

Sinceramente, no. Me considero una persona humilde y luchadora en la vida, que se esfuerza y consigue sus metas y logros por sus propios medios. Creo que se me ha reconocido todo el esfuerzo que he puesto en mis estudios. El impacto que ha tenido la noticia en Algeciras no me la esperaba, para nada.

¿Cuáles son sus planes más inmediatos?

Por lo pronto, terminar los dos másteres que estoy cursando en la universidad de Córdoba. Luego me planteo hacer un doctorado u opositar a Enseñanza. Ambas posibilidades me conducirían a enseñar porque el doctorado, además de la investigación, es el paso para enseñar en la Universidad.

¿Hacia dónde encaminaría sus estudios de doctorado?

-Me atrae mucho la lingüística, específicamente, la sintaxis. Si tuviera la oportunidad de realizar un doctorado, me gustaría estudiar la lingüística sistémico-funcional de Halliday y la multimodalidad, que viene a ser una descripción de la gramática visual. Un póster, por ejemplo, tiene una gramática. Hay una serie de reglas y de herramientas para analizarlo y desentrañarlo a través de las metafunciones que Halliday usa en la oración, como la dimensión del color, la disposición de los elementos, participantes, acciones... Es un tema en el que ha profundizado el profesor David Machin, entre otros, como Gunther Kress y Van Leeuwen, muy importantes en este campo.

De la misma forma que hay diferencias orales y escritas para cada lengua, también hay diferencias interpretativas entre un póster hecho para España del que se hace en Inglaterra, por ejemplo.

Sí, sí, totalmente, entre otras cosas porque el contexto es completamente distinto, de ahí la importancia de la gramática de Halliday, que estudia la relación entre el lenguaje y las funciones del lenguaje en la sociedad en un contexto determinado. Una oración se puede analizar de manera muy distinta a la que estamos acostumbrados, de sujeto, verbo y predicado.

El contexto no solo es espacial, sino temporal. ¿Cambia mucho la interpretación que damos hoy en día a un póster o un anuncio de cualquier etapa del siglo XX a la que le dieron las personas en su época?

Indudablemente. El contexto es distinto, la tecnología avanza. Un ejemplo es la introducción de la televisión en color en los años 70. Estamos rodeados de historia, somos historia que avanza y evoluciona. Si la historia avanza, nosotros, también. Mientras haya evolución, hay cambio. Al igual que con las lenguas, mientras la sociedad cambia y evoluciona, la lengua también.

¿Y de todo ello, sobre qué aspecto le gustaría investigar?

Sobre análisis multimodales de nuevas composiciones que van surgiendo hoy en día, como, por ejemplo, comics, pósteres de películas, páginas webs… En la creación y análisis de un mensaje intervienen lingüistas y diseñadores gráficos debido a su producción multimodal.

Baudelaire decía que la sintaxis es un estado del alma. ¿Acertó?

Sí, es una visión metafórica del proceso creativo. El traductor busca una prosa que encaje con los sentimientos, es decir, una lengua bien trabajada que traduzca perfectamente lo que se quiere expresar, de una manera melódica. De hecho, esta visión la llevamos a cabo cuando expresamos nuestros sentimientos o cualquier contenido de manera escrita, escogemos subjetivamente qué estructura encaja mejor en nuestro discurso.

¿Su afición por el inglés se extiende a otros idiomas?

A mí siempre me ha encantado el inglés. El francés he tenido que aprenderlo en la carrera, aunque no a un nivel tan avanzado.

¿De dónde le viene la facilidad por los idiomas? ¿Tradición familiar?

Pues no sé... Bueno, parte de la familia de mi padre vive en Inglaterra y yo estudié un año completo de Erasmus en la Universidad de Loughborough, en Leicestershire, cerca de Nottingham.

¿Qué le parece el llanito como habla específica de Gibraltar?

Es impresionante esa mezcla de idiomas. Hay muchos estudios sociolingüísticos acerca del habla de Gibraltar y hay muchas teorías, pero no sabría decir cuál es la más exacta.

Supongo que esa fusión entre el inglés y otras lenguas nativas también se da en otras colonias británicas.

Seguro que sí. El comercio y el tráfico de esclavos dio origen a la creación de lenguas pidgin y lenguas criollas, lenguas que se asientan y servían para que personas que no compartían la misma lengua pudieran comunicarse. Puede ser cierto que el llanito sea una lengua criolla, pero su origen no proviene ni del comercio ni de la esclavitud. En Gibraltar hay muchas personas que hablan los dos idiomas, el spanglish, conocido coloquialmente, de una forma natural, cosa que sucede en muy pocas partes del mundo.

El papel de la televisión y de los medios audiovisuales como divulgadores de los idiomas es clave.

A partir de los medios aprendemos idiomas. En el caso concreto del inglés aprendemos lo que se llama received pronunciation, de pronunciación recibida, que corresponde a un nivel de pronunciación estándar de inglés. Es también conocido como el inglés de la Oxford o de la reina. Los niños, cuando ven las series o los dibujos destinados a ellos en inglés, captan el idioma y lo aprenden de manera brutal, de pequeños son esponjas. Ver series, no obstante, crea problemas de compensación, de personas que entienden el idioma y su gramática, pero no lo practican. Y a la inversa, hay personas que hablan el idioma, pero desconocen la gramática.

¿Quién gana la partida a la hora de hablarlo, el inglés británico o el de EEUU? Los actores británicos que trabajan en las grandes producciones de Hollywood hablan en inglés americano.

No hay motivos para que uno sea mejor que otro, simplemente son dos variedades del inglés con varias diferencias, como en la pronunciación y en el léxico.

Los Beatles llegaron a grabar discos con versiones específicas para el público norteamericano. ¿Entiende la industria musical o el cine de Hollywood como una forma de colonización cultural?

Son medios de colonización cultural. Cuanta más producción exista, mayor influencia se tendrá. Hollywood ha destacado a nivel mundial por sus producciones en masa y también por su calidad de producción.

Los españoles, al menos quienes ya somos talluditos, nos pasamos la vida estudiando inglés sin llegar a dominarlo por completo. ¿Tanto daño ha hecho el doblaje de las películas?

En España hay muy buenos actores de doblaje, lo que no ocurre en otros países, pero es cierto que eso dificulta mucho el aprendizaje del inglés y otros idiomas. También, asociamos la voz del actor de doblaje al actor de cine, y es muy difícil romper esa combinación.

Ha vivido y vive fuera de Algeciras y del Campo de Gibraltar. ¿Qué imagen percibe que existe de nosotros?

Algeciras es una ciudad conocida por su puerto y por su cercanía al estrecho de Gibraltar.

¿Algún profesor que le marcase de joven?

Estudié en los Salesianos de Algeciras y me acuerdo de la profesora Milagros García, que me dio clases de Lengua. Profesores de Inglés han sido muchos, pero me quedaría con la profesora Emilia Buch.

¿Un buen libro para avanzar en el inglés?

Es difícil, pero le diría El Principito de Saint-Exupéry, The Little Prince, que es más bien para un nivel B-1. Aunque el texto original es en francés, su traducción al inglés merece mucho la pena y me encantó. Otros libros que recomiendo, ya para un nivel B-2, son The Kite Runner (Cometas en el cielo), de Khaled Hosseini, The Boy in the Striped Pyjamas (El niño con el pijama de rayas), de John Boyne, o la saga de Harry Potter, de J. K. Rowling, por ejemplo. Y si preferimos un clásico, para un público más avanzado en el idioma, elijo una obra de Sheakespeare como The tempest (La tempestad) o Pride and Prejudice (Orgullo y Prejuicio) de Jane Austen.