Libia
El nombre de este país, una de las partes del continente africano conocidas por los europeos en la Antigüedad, se usó durante muchos siglos junto con el de África para designar a toda la extensión conocida del continente, hasta que a fines del siglo xvi se impuso el nombre de África.
Las primeras menciones que aparecen de Libia en la historia, se refieren a los guerreros de ese origen contratados como mercenarios por el Antiguo Egipto, en el primer milenio a. C.. Los fenicios establecieron ciudades en la parte occidental de la franja costera de lo que hoy es Libia, en tanto que los griegos hacían lo propio en la parte oriental.
Esta extensión venía desde los tiempos del historiador griego Heródoto, quien llamaba Libia a toda el África explorada y aseguraba, seguramente sin mucho fundamento, que su nombre provenía de alguna mujer mítica, como ocurría con los de Asia y Europa.
En la mitología griega, Λιβύη (Libie) era la ninfa que daba nombre al norte de África. Se le atribuía ser hija de Épafo y nieta de Ío y Zeus. Pero hay otras hipótesis: el escritor romano Marco Terencio Varrón, que vivió en el siglo ii antes de nuestra era, afirmó que el nombre Libia se derivaba del griego Libis ‘viento austral’, pero otros opinaron que provenía del nombre de un pueblo del oeste de Egipto, llamado en hebreo lubim, según los textos bíblicos.