Muchos de los que trabajan a distancia ahora pueden vivir en el país que deseen
Los nómadas digitales son aquellos afortunados que pudieron trasladar su oficina a otros países y aprovechan eso para hacer un poco de turismo mientras trabajan. Son personas que laboran de forma remota, generando ingresos y que se van moviendo de un lugar a otro mientras cumplen con sus obligaciones.
Entre 2019 y 2020 esa franja creció un 49 % y ya sabemos que al menos la mitad de los empleados quieren cumplir con sus tareas de manera remota desde que empezó la pandemia. Tienen las profesiones más variadas: son freelancers, emprendedores, asistentes, vendedores virtuales, creadores de contenido, bloggers, infliencers, editores, diseñadores, programadores web, especialistas de marketing digital, traductores, consultores y fotógrafos, periodistas de viajes o de investigación, que se ven beneficiados por cumplir con sus tareas a la distancia, muchos de los cuales cobran en dólares.
Ahora, puestos a pensar en la posibilidad de convertirnos en un nómade digital, hay que mirar bien adónde conviene ir. Porque hay que considerar algunas variantes importantes antes de intentar un viaje por varios meses a un lugar en el que permitan el ingreso de argentinos.
Estos trabajadores virtuales eligen destinos que tengan clima agradable, una buena conexión a internet de datos, espacios flexibles para trabajar, facilidad en el visado, permanencia legal durante una buena cantidad de tiempo y un costo de vida económico. Aquellos que tienen profesiones dolarizadas eligen ciudades en las que, con pocos dólares, se vive bien y de manera económica para generar un ahorro. Además es importante averiguar antes de viajar que el destino tenga un buen acceso a soluciones de salud, conectividad terrestre o aérea, pensando en una forma práctica movilizarse.