arandela
Elemento con forma de disco delgado con un agujero usualmente en el centro, en la actualidad destinado principalmente a soportar una carga de apriete para ajustar tuercas y cabezas de tornillos. Antiguamente se usaban en lanzas, candeleros y espuelas.
El primer uso lo encontramos atestiguado en el siglo XV, en las cuentas de Gonzalo de Baeza, el tesorero de Isabel la Católica, quien menciona en un inventario dos arandelas de dos candeleros de oro.
También parece haber sido un adorno en la vestimenta femenina, según este texto de Góngora (Romances), extraído del Corde: Goze quien quisiere las argenterías, arandela y riços, telas de la China.
Corominas (1980) afirma que “seguramente” este vocablo proviene del francés rondelle, diminutivo de rond ‘redondo’, y este del latín rotundus. Según él el sufijo -ela sugiere un origen portugués para la forma actual, pero si fuera derivado de aro faltaría explicar el elemento –and-, explica, e hipotetiza que los españoles, al oír la rondelle, entenderían l’arondelle. Cabe precisar que en el portugués actual se emplea arruela, palabra a la que los etimólogos brasileros atribuyen origen en el francés antiguo roelle, procedente del latín tardío rotella, diminutivo de rŏda.
Actualmente, las arandelas suelen ser de metal o de plástico. Los tornillos con cabezas de alta calidad requieren de arandelas de algún metal duro para prevenir la pérdida de precarga una vez que el par de apriete es aplicado.
En Chile son conocidas como golillas, y en el norte de México, como guachas o guasas, un calco del inglés washer.