Lunfardo, el fenómeno lingüístico que marcó el habla rioplatense
Inmigrantes llegando al puerto de Buenos Aires
El lunfardo es un fenómeno lingüístico que desafía a los referentes de la lengua española y pisa fuerte en una de las versiones del lenguaje rioplatense, la de los barcos, blanca y descendiente de inmigrantes. Este dialecto marcó la historia de la zona del Río de la Plata a partir de aquellas personas de distintas culturas que se fusionaron en busca de una zona de promesas y futuro.
"Todo esto tiene un origen histórico relacionado con la llegada de ciudadanos en su mayoría provenientes de Europa: individuos y familias enteras, que trabajaban e interactuaban constantemente con otros habitantes, contribuyeron a una mezcla lingüística entre los idiomas que usaban", aseguró el lingüista David Marín de Babbel, la aplicación para aprender idiomas líder en el mundo en el marco del Día Internacional del Inmigrante que se celebra cada 4 de septiembre.
Con la ola inmigratoria de 1870- 1880, decenas de miles de personas cruzaron el Atlántico y se adentraron en jóvenes países como Uruguay y Argentina, a partir de lo cual se gestó un collage cultural que incluyó un mix de idiomas cuyo resultado final es el lunfardo, que deriva del gentilicio lombardo, un sinónimo de ladrón en el siglo XVIII.
De la mano de las célebres pindonga o cuchuflito de Cristina Kirchner, el dialecto utilizado en los márgenes del Río de la Plata y algunas provincias de interior es muy utilizado en la jerga popular diaria y está presente en las letras del tango y otras manifestaciones culturales como las crónicas, la novela y el cine.
"Por ejemplo, hay palabras que se derivan directamente de términos italianos: se dice "birra" en lugar de cerveza, "laburar" en vez de ''trabajar” y 'nonno o nonna" en lugar de "abuelo o abuela", agregaron desde Babbel a modo de ejemplo del histórico fenómeno lingüístico muy utilizado a su vez por los jóvenes, que popularizaron viejos conceptos lunfardos como limar, infumable, estar manija, piolardo, temaikén, jirafa, estar con la bendi, delicioso, gato, ortiba, logi, guacho, piola o sarpado.
Se estima que entre 1880 y 1915 llegaron más de 7 millones de inmigrantes europeos, en su mayoría italianos y españoles, pero también ucranianos, polacos, rusos, franceses y alemanes, entre otros.
Congreso Internacional de Lunfardo
El uso del lunfardo forma parte de la multiétnica idiosincracia argentina a tal nivel que hasta tuvo su propio Congreso Internacional a comienzos de este mes, promovido por la Academia Porteña de Lunfardo, una ONG fundada en 1962 que busca estudiar, valorizar y difundir de todos los aspectos que conforman la cultura popular de Buenos Aires.
Como dato de color, el debate sobre el uso del lenguaje lunfardo entre especialistas de Argentina, Italia, Polonia, Francia, España y Lituania se da en la misma semana en que una precandidata a diputada dijo que en el peronismo “siempre se garchó”, en un claro uso coloquial de este dialecto.
Además, existen numerosas páginas en internet que sirven de “diccionario lunfardo”, especialmente dirigidas a los curiosos que quieren conocer los conceptos popularizados en los rincones más remotos a partir de los argentinos más famosos, como el "pibe de oro" Diego Maradona o el papa Francisco, que desconcierta a los traductores al usar frases como "hagan lío".
Las expresiones del lunfardo más utilizadas por los rioplatenses según Babbel
- Facha: Viene del término italiano 'faccia' (cara), se usa mucho para hablar del aspecto de una persona. De ella deriva también el adjetivo fachero, referido a personas que se preocupan por tener una buena apariencia.
- Mufa: Refiere a personas que traen mala suerte y se usa el derivado verbo “mufar”.
- Pibe o piba: Del italiano genovés "pivetto" y también del italiano jergal "pivello" (novato) pero en Argentina habitualmente se usa para decir “chico” o “chica”.
- Caput: del alemán 'kaputt' (roto), significa algo o alguien que está terminado, fundido.
- Cobani: de la palabra 'abanico' del vocabulario de Germania de España, que significaba guardia cárcel o agente de policía. También “fajar” en el sentido de golpear o pegar y “fulero” como algo feo.
- Chamuyar: conversar, hablar en voz bajar, habilidad para persuadir. Derivan del caló “hablar”, lenguaje de los gitanos españoles, como también “chorear” (robar) y “luca” (mil pesos).
- Bondi: colectivo, derivación de una palabra en portugués para referirse a los tranvías nacida en San Pablo a principios del siglo XX.
- Grosso: importante, grande, del italiano grosso ‘grande’, surge en las colonias italianas de Brasil en la década de 1980.
- Quilombo: lío, desorden. Africanismo, del quimbundo: aldea. Se usaba en el Brasil del siglo XVII para darle nombre a las aldeas clandestinas que armaban los esclavos fugitivos. La palaba quilombo pasó al Río de la Plata primero con sentido de prostíbulo.
- Tuje: buena suerte. Del idish (idioma de las comunidades judías asquenazíes de Europa) y "tujes" (uno, cola humana).