besar
“Tocar u oprimir con un movimiento de labios a alguien o algo como expresión de amor, deseo o reverencia, o como saludo”, dice fríamente la RAE, dejando pasar casi desapercibido, escondido en el sustantivo deseo, el beso de amor, que agita pasiones, sacude corazones e inspira a los poetas.
La palabra circula en castellano con su forma actual desde hace un milenio, atestiguada ya en el Poema de Mio Cid, allí con el significado de ‘reverencia’:
[...] grandes son vuestras ganancias; una piel vermeja, morisca e ondrada, Cid, beso vuestra mano, en don que la yo aya (vv. 177-179.
Es vocablo tomado del latín basium, lengua en la cual fue usado primero por Cátulo y por Juvenal y, muchos siglos más tarde compartido por casi todos los romances: el francés baiser, el portugués beijare, el italiano baciare, el catalán besar, etc., pero en rumano se convirtió en pup, tal vez voz onomatopéyica.
Corominas (1980) menciona asimismo una forma hispanoárabe baiğare, derivada probablemente del romance basiare.