mayo
La palabra se encuentra desde los primeros textos en nuestra lengua, para designar al quinto mes del año, con 31 días, heredado del calendario romano desde la reforma de Julio César, quien lo dedicó a Apolo.
Según antiguas tradiciones, la piedra de mayo es la esmeralda y su flor, el lirio, también conocido como azucena.
Proviene del latín maius, lengua que a su vez lo tomó del nombre de la diosa romana Maia, cuya festividad se celebraba en este mes.
En la Argentina, las celebraciones de la revolución independentista, que se celebran el 25 de mayo, se llaman Fiestas mayas.
En Madrid y en otras ciudades españolas, se celebra a comienzos de ese mes la llamada Fiesta de Maya, como se denomina a un personaje, en general una niña o una adolescente ataviada con una corona y un atuendo colorido.
En el Libro de Alexandre (1240:v. 2559) se hace mención al mes y a la fiesta de Maya:
Sediá el mes de mayo coronado de flores,
afeitando los campos de diversas colores
organeando las mayas e cantando d’ amores,
espigando las mieses que siembran labradores.
Esta festividad tiene un origen presumiblemente prehistórico, aunque la Iglesia católica asoció la niña-maya a la Virgen María.
En muchos países, el 1º de mayo se celebra el Día de los Trabajadores en memoria de líderes sindicales que fueron condenados a muerte en Chicago durante su lucha de reivindicación de la jornada trabajo de ocho horas. Se les recuerda como “los mártires de Chicago”.