hostia
Los ritos cristianos no nacieron con el cristianismo, sino que provienen de antiguas tradiciones paganas, que fueron recogidas por los cristianos y adaptadas a la nueva religión.
Un ejemplo de estos ritos es el de los sacrificios de seres humanos o de animales, que el cristianismo adoptó y adaptó mediante la hostia, que representa a Cristo como cordero ritual. Para los católicos, la hostia no representa apenas a Cristo, sino que es Él mismo en cuerpo, sangre, alma y divinidad.
La palabra viene del latín hostia ‘víctima de un sacrificio ritual’, que se derivó, a su vez, de hostire ‘herir’, ‘golpear’, ‘hostilizar’, así como el coloquialismo peninsular hostia 'golpe'.