tantalio
El tantalio es un metal escaso, de número atómico 73, que suele aparecer en la naturaleza en compañía del niobio. Fue descubierto por el sueco Ekeberg en 1802. Se usa en la fabricación de materiales quirúrgicos y prótesis debido a su característica más saliente: su notable resistencia a la corrosión, que le valió el nombre.
En efecto, este metal se llama así en alusión a Tántalo, rey de Frigia, extremadamente rico, hijo de Zeus y de Pluto, hija de Cronos o de Atlas. En la mitología griega, Tántalo era admitido en las fiestas de los dioses, pero cometió el error de contar a los hombres los secretos que oía en ellas y, como castigo, fue condenado a quedarse en los infiernos, sumergido por toda la eternidad en agua hasta el cuello, pero sin poder beberla porque el líquido huía cada vez que intentaba tocarlo con su boca. Este castigo, que se llamó suplicio de Tántalo, fue la razón del nombre tantalio, debido a la resistencia del metal a absorber los ácidos en que se lo introduce.
Este mito sirvió también para bautizar el otro metal mencionado más arriba, de número atómico 41, que adquirió su nombre en alusión a Níobe, la hija de Tántalo que siempre acompañaba a su padre, pues el niobio se halla siempre junto al tantalio.