mensaje
Ya desde sus orígenes latinos, mensaje es, ‘algo que es enviado’; está registrada en nuestra lengua desde los tiempos del Cid Campeador:
Direvos de los cavalleros que levaron el mensaje:
al ora que lo sopo mio Cid el de Bivar,
plógol' de coraçón e tornós' a alegrar
En efecto, el vocablo se formó a partir del latín missus, el participio pasivo del verbo mittere, uno de cuyos significados era ‘enviar’ (ver misa). En francés antiguo, missus adquirió la forma mes ’enviado’ y se unió al sufijo -age, dando lugar a message, que llegó sin cambios al inglés. Esta grafía llegó al castellano como mesaje, antes de adoptar su forma actual. La n que nuestra lengua introdujo en la palabra solo es compartida por el portugués, pero no por las lenguas mencionadas, ni por el catalán missatge.