susurrar
Hablar en voz baja, produciendo murmullo. Se usa también como verbo transitivo, es decir, con un complemento directo: Pedro se le acercó y le susurró un secreto. También se aplica al sonido suave de la brisa o de las aguas de un río.
Veamos este ejemplo de Begoña Ameztoy en su Escuela de mujeres (2001):
Por eso, es capaz de susurrar maravillosas locuras de amor en los oídos de su amado o de verter en ellos el veneno más doloroso y letal que nadie pueda concebir.
El vocablo proviene del latín sŭsŭrrō, sŭsŭrrare ‘zumbar’, ‘susurrar’ ‘murmurar’, voz de origen onomatopéyico. Está presente en nuestra lengua desde el siglo XV, como en este fragmento de Fernando Rojas en La Celestina (1499-1502):
[...] yo te tenía por hijo a lo menos cuasi adotivo, y así que imitaras a natural, y tú dasme el pago en mi presencia, pareciéndote mal cuanto digo, susurrando y murmurando contra mí en presencia de Calisto.