Cómo influye en la gestación el lenguaje musical en los bebés
La música es, según su definición tradicional, el arte de combinar los sonidos sucesivamente y simultáneamente, con orden y equilibrio, dentro de un tiempo determinado. Es un elemento que encontramos presente a lo largo de nuestra vida, formando parte de nuestra cultura y de nuestra sociedad.
Vivimos rodeados de ella y tenemos que disfrutarla, pero también la tenemos que aprender a utilizar con el objetivo de extraer beneficio de todo aquello que nos puede aportar, no tan solo a nivel intelectual sino también a nivel emocional. La música incide de una manera natural en los aspectos cognitivos, motrices y emocionales de las personas y es por eso que es muy importante para el desarrollo de los niños.
Los estudios sobre la escucha musical confirman que los niños, entre las 24 y las 30 semanas de gestación, ya escuchan y sienten las vibraciones sonoras del interior y el exterior del cuerpo de su madre, y evidencian que durante el primer año de vida analizan los estímulos sonoros, y se sienten atraídos por los cambios de las estructuras armónicas y rítmicas, predisponiéndose a aprenderlas.
En general, los estudios destacan que los estímulos musicales constituyen un "alimento" para el cerebro, y que la sensibilidad que desarrollan los niños y las niñas tiene efectos positivos en la concentración, la atención y la memoria.
Comunicación a través del lenguaje musical
La música se entiende como un lenguaje y, por lo tanto, sirve para comunicarnos y para expresarnos. Poner todas las herramientas que tengamos al alcance es fundamental para que los niños se sumerjan en este lenguaje de una forma natural y para que lo hagan desde vertientes muy diversas, desde una actitud de escucha, de observación, de provocación, de entusiasmo y de emoción.
Para fomentarla, la audición musical tiene que formar parte de la cotidianidad de la guardería. Por eso es muy importante tener cura de los materiales y las propuestas que ofrecemos y que tienen que permitir escuchar música diversa, en diferentes momentos y con múltiples finalidades.
De este modo nos puede ayudar a crear momentos de calma y de relajación, para romper el ritmo de una actividad a otra, pero también nos tiene que ayudar a favorecer muchos momentos de atención y aprendizaje. Con la música podemos aprender, podemos descubrir y podemos crecer. Para que esto pase, tenemos que dejar que los niños y las niñas jueguen, exploren y experimenten con este lenguaje y el adulto tendrá que estar a su lado para acompañarlos.
La música como terapia
Actualmente, los beneficios de la música se utilizan también como terapia para tratar dificultades de varios tipos, relacionadas con los aspectos motor y comunicativo. El ambiente sonoro-musical constituye una parte importante en el favorecimiento del desarrollo y el equilibrio de las personas. Mediante la aplicación de diferentes técnicas, las terapias musicales procuran la estimulación mediante el enriquecimiento del ambiente sonoro que nos rodea.
En conclusión, podemos decir que la música forma parte de nosotros, incluso antes de nacer y, por lo tanto, es esencial introducirla durante los primeros años de vida, puesto que es una herramienta que potencia el crecimiento cognitivo, social, motriz, emocional y del lenguaje.
* Rosa García Roura es especializada en Comunicación e Innovación Pedagógica e integrante del equipo de Comunicación de Cavall de Cartró.