Vámonos para la Feria de los Libros de Sevilla
Vámonos para la Feria. Hay casetas. En todas se puede disfrutar sin ser socio. Dura once días. Y las mil y una noches que te aporta de lecturas y fantasías. Vámonos para la Feria. Es en Sevilla. La portada es un mosaico horizontal de decenas de miles de portadas que brillan en pos de fijar nuestra atención. Vámonos para la Feria. Le llaman Plaza Nueva al real de los libros. Sobre el papel, son la madre de todas las verdades. Y se dejan tocar. Tanto las novedades como los clásicos. Vámonos para la Feria. Hay más géneros que en las boutiques. Novelas, ensayos, poemarios, historias, cuentos, biografías,... Y en todos te hacen descuento. Vámonos para la Feria, que tiene mucho ambiente. Es donde menos se nota la inflación. Son gente acostumbrada a ser buena y barata. Su bien más preciado te lo llevas a casa y te da juego para cien años de soledad.
Vámonos para la Feria. Ahí sí que hay 'influencers'. Tienen la lengua muy larga, que diría Lola Pons. Desde un tal Homero que habla y no para sobre la odisea de la vida, a un Antonio Muñoz Molina que imagina tus pasos en la escalera o te convoca volver a dónde. Vámonos para la Feria. Que no pasan de moda las letras de Manuel Chaves Nogales ni el corazón tan blanco de Javier Marías, y hasta un rapero como Haze sienta cátedra de gramática con su documental sobre todo un personaje como el filólogo Elio Antonio de Nebrija. Vámonos para la Feria. Que hay un montón de autores dispuestos a conocerte y dedicarte un ejemplar. Más mujeres que hombres, porque la población femenina se empodera con las lecturas mucho más que la masculina. En tus manos está que ellas y ellos tengan buena Feria. Y en tu garbeo dentro de ese ágora de las palabras déjate querer por los caseteros. Su pequeño mundo es en realidad un horizonte infinito.
Vámonos para la Feria. La Feria de los Libros. Tan sevillana y global que sus editoriales y librerías tienen por nombre Renacimiento, Athenaica, Rayuela, Botica de Lectores, Yerma, Maclein y Parker, Baobab, Atrapasueños, Palas, Ultramarina, Anantes, ExtraVertida, Casa Tomada, El Gusanito Lector, Entrelíneas, Verbo... Vámonos para esa ciudad que durante todo el año nos abre sus puertas en librerías y bibliotecas como el servicio esencial más conveniente y menos valorado.