Microsoft podría invertir en 10.000 millones de dólares en inteligencia artificial

Microsoft tiene planes para invertir 10.000 millones de dólares en la empresa creadora de ChatGPT, OpenAI, según ha desvelado el site de noticias Semafor, una operación de financiación en la que podrían entrar otras firmas de capital de riesgo y que elevaría el valor de la firma de AI hasta los 29.000 millones de dólares.

Ya en 2019, la multinacional había invertido 1.000 millones en OpenAI y, además, proporciona los recursos informáticos que necesita OpenAI a través de su infraestructura de nube.

De momento, de acuerdo con el medio, la operación no ha sido confirmada ni por Microsoft ni por OpenAI, ni si el acuerdo se ha concretado, pero indica que "los documentos enviados a posibles inversores en las últimas semanas que describen sus términos indicaban un cierre previsto para finales de 2022".

ChatGPT es un sistema de chat que utiliza el modelo de lenguaje por inteligencia artificial GPT-3, desarrollado por la empresa OpenAI, una empresa creada en 2015 por Elon Musk (de la que ya se salió en 2018) y el empresario y emprendedor Sam Altman.

Es un modelo de generación de IA conversacional capaz de comprender el lenguaje humano natural y responder en un lenguaje similar al humano. El formato de diálogo hace posible que ChatGPT responda preguntas de seguimiento, admita sus errores, cuestione premisas incorrectas y rechace solicitudes inapropiadas. También puede recordar comentarios anteriores en una conversación y contárselos al usuario.

Para el experto de Gartner, Bern Elliot, ChatGPT es la "tormenta perfecta" de dos temas muy actuales: chatbots y GPT3. Juntos, ofrecen un método maravillosamente "intrigante" para interactuar y producir contenido que suena increíblemente humano. Cada uno es el resultado de mejoras significativas separadas durante los últimos cinco años en sus respectivas tecnologías. 

Así se complementan: los chatbots permiten la interacción de una manera conversacional aparentemente "inteligente", mientras que GPT3 produce resultados que parecen haber "entendido" la pregunta, el contenido y el contexto, que hace difícil discernir si se interactúa con un humano o un robot. "La interacción es a veces graciosa, a veces profunda y a veces perspicaz", y como explica Elliot, pueden llegar a plantear preocupaciones éticas.

No obstante, de lo que no cabe duda es de que es un gran avance en el campo de la inteligencia artificial, que podría llegar incluso a cambiar mercados, . En este sentido, según un informe publicado por Morgan Stanley, mencionado por CNBC, podría convertirse en una amenaza para el buscador de Google si Microsoft integra esta tecnología en Bing.