faro, farol
Etimología - El origen de la palabra: faro, farol
Alejandro Magno, hijo de Filipo y rey de Macedonia, fundó una ciudad en el norte de África en el año 332 antes de nuestra era y, sin mucha modestia, la llamó Alejandría. Su pretensión era convertirla en el puerto más grande del mundo y, con tal fin, mandó levantar un puente de mil quinientos metros de longitud para unir la ciudad con la isla de Pharos. Ptolomeo II instruyó a Sostrato de Cnido para que construyera en dicha isla lo que después sería la Séptima Maravilla del Mundo: el Faro de Alejandría, una torre de mármol de ciento diez metros de altura, desde lo alto de la cual una gigantesca hoguera, cuya luz se amplificaba mediante un sistema de espejos, guiaba a los navegantes. El Faro de Alejandría fue el primero de la historia.
Faro se incorporó a la lengua española hacia 1600, aunque con el significado de ‘estrecho de mar’. Sin embargo, este vocablo ya había estado presente desde 1200 en los topónimos españoles Haro y Alfaro. Palabras como faro y su derivado farol aparecen en el siglo XIV en el Libro de los Estados (1330), de don Juan Manuel (1282-1349).
Estos textos ha sido extraídos de los libros de Ricardo Soca La fascinante historia de las palabras y Nuevas fascinantes historias de las palabras.
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