inexorable
Etimología - El origen de la palabra: inexorable
Esta palabra habla de cierta decisión que no va a ser modificada de manera alguna, no importa cuánto se ruegue al que la adoptó.
La palabra proviene del latín inexorabilis, un adjetivo que se aplicaba a aquel a quien no era posible conmover mediante ruegos ni oraciones porque era absolutamente inflexible.
Veamos cómo está compuesta: orabilis es en latín ‘aquello que es posible pedir’. Si se le añade el prefijo ex-, tenemos el vocablo exorabilis, que significa ‘que puede ser disuadido mediante ruegos’, y también ‘que se deja corromper o sobornar’. Inexorable sería, pues, aquel que no se deja convencer, que no es exorabilis. Horacio usaba inexorabilis auro para denotar ‘que no se deja convencer por el oro’.
Cabe añadir que orabilis proviene de orare ‘rogar’, ‘pedir’, ‘solicitar’, que se derivó, a su vez, de oris ‘boca’, presente también en oral, oración, orador, perorata y hasta en el oráculo de la pitonisa.
Estos textos ha sido extraídos de los libros de Ricardo Soca La fascinante historia de las palabras y Nuevas fascinantes historias de las palabras.
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