Una aproximación a la persuasión y su sintaxis
La lingüista Carmen Lepre estudia cómo el hablante maneja las estructuras de la lengua para obtener el mejor resultado de su intención de comunicar. En este trabajo aborda la necesidad de trabajar las modalidades discursivas que son las portadoras de las intencionalidades del enunciador, un análisis fundamental en la época de los medios masivos y de la comunicación instantánea.
Desde Ferdinand de Saussure en adelante, el mundo de la Lingüística cambió radicalmente. Gracias al enfoque científico para estudiar todo lo relativo a la lengua, el siglo XX se nutrió de múltiples disciplinas y perspectivas, surgidas de las observaciones del maestro, que enriquecieron notablemente los estudios y descripciones de la lengua, realizadas hasta el momento.
Lengua y habla, paradigma y sintagma, diacronía y sincronía. Estas dicotomías saussureanas han estado presentes, de una forma o de otra, a lo largo de un siglo.
Para abstraer las regularidades de la lengua, el lingüista debe irremediablemente observar el producto. Es a través de lo que Eugenio Coseriu llamaba "intuición eidética" que se logra llegar a clasificar y ordenar el mundo de la lengua. Porque la lengua solo se hace visible a través de su producto, la enunciación.
En el Uruguay, los programas de Lengua en el nivel Secundario se han apoyado siempre en textos, teniendo en cuenta esta realidad. La gramática de una lengua es entendida como una organización sistemática en la que las palabras, los morfemas y los grupos se organizan y se integran como un todo. Se podría decir que la gramática es una, para una lengua particular.
No obstante, las estructuras sintácticas no aparecen libremente en cualquier texto. El enunciador, responsable de su producto, elige de los paradigmas de la lengua palabras, morfemas y estructuras sintácticas para organizar su discurso y lograr en el destinatario una determinada reacción, una respuesta.
Como consecuencia, hay mayor frecuencia de determinadas estructuras de la lengua según la intención comunicativa. Y esto nos lleva, inmediatamente, a la necesidad de trabajar las intencionalidades y modalidades discursivas que son las portadoras de las intencionalidades del enunciador.
La literatura ha trabajado con los géneros literarios. Y desde hace unas décadas, la lingüística se ha esmerado en clasificar y tipologizar los textos, en el entendido de que existen constantes que hacen que el usuario de la lengua pueda diferenciar una narración de una argumentación, y en consecuencia, también pueda producirlas.
Pero no debemos perder de vista el hecho de que al producir un texto, cualquiera que sea, lo que hacemos todos nosotros es apropiarnos de algunas estructuras de la lengua, que organizamos adecuadamente, para que sean portadoras de determinada finalidad. Gramática y enunciación están, por lo tanto, íntimamente relacionadas. Una depende de la otra, irremediablemente.
En este trabajo, nos ocuparemos de contestarnos con qué objetivo se clasifican los textos, hacia qué rumbo nos dirigimos mediante el estudio sistemático de géneros discursivos, y cuál es el papel de la Gramática en toda esta tarea. Dirigimos nuestra atención al docente, cuya tarea es visualizar las estructuras del español a través de los textos.
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Carmen Lepre es lingüista, profesora de español y inspector de esa asignatura en la enseñanza secundaria del Uruguay.