¿Cuántos idiomas puede llegar a
conocer una persona?
Daniel Civantos, Yorukobu ¿Cuántos idiomas hablas? O mejor hagamos la pregunta de otra forma: ¿Cuántos idiomas crees que podrías llegar a “hablar” en tu vida? Siguiendo las enseñanzas del diplomático británico John Bowring, que murió en 1872 supuestamente sabiendo 200 idiomas y hablando correctamente 100, el hombre puede dominar muchos más de lo que los neurofisiólogos estiman para nuestro cerebro, que está capacitado para aprender como mucho veinte o veinticinco idiomas con la suficiente fluidez.La historia de John Bowring sin embargo rompe este límite muy por encima, pues se jactaba que podía hablar un centenar de lenguas. De hecho, está considerado el top one de los hiperpolíglotas” (personas que hablan más de 11 idiomas), quedando lejos la plata del alemán Hans von der Conon Gabelentz, nacido en 1807, que investigó y publicó gramáticas de 80 idiomas; o el bronce del italiano Giuseppe Caspar Mezzofanti, nacido en 1774 y apodado “El intérprete de la Torre de Babel”, que habló 38 idiomas y 40 dialectos.Hans von der Conon Gabelentz y Caspar Mezzofanti (Fuente: Yorokobu)Todos eran lingüistas y dedicaban gran parte de su vida al aprendizaje y estudio de los idiomas. Para pasar de la centena, John Bowring se apoyó en su obra literaria principal, la traducción de las canciones folk de la mayoría de las naciones europeas, incluida España. Así, con ritmo y tesón, las letras le entraron mejor. Y su carrera como diplomático encabezado misiones gubernamentales a todo Europa para investigar el comercio hizo el resto, hasta terminar como Gobernador de Hong-Kong.Ahora bien, ¿cuántas de esas 100 lenguas que decía saber podía hablar con verdadera soltura John Bowring? No hay documentos sonoros más allá de las páginas de su obra impresa, así que esta claro que saber o no saber idiomas depende de qué tan alto (o bajo) establezcas el límite de fluidez de lo que estás diciendo. En 1862, por ejemplo, la escritora Harriet Martineau lo describió como “un charlatán supremo, tramposo, mentiroso; y, al menos una vez, un estafador”.Que se lo digan a Richard Simcott, un hiperpolíglota de Chester (Reino Unido) y un estudiante de idiomas de toda la vida, además de alma mater de SpeakingFluently.com, una página que ofrece la oportunidad de leer acerca de consejos de aprendizaje de idiomas.En este vídeo nos muestra como él, con una dedicación casi vital, es capaz de hablar fluidamente en “sólo” 16 idiomas: inglés, francés, español, galés, alemán, macedonio, sueco, italiano, serbio/bosnio/croata, portugués, checo, ruso, holandés, rumano, albanés… y catalán en la intimidad.Un ejemplo aún más claro de los límites lo tenemos en la figura de otro hiperpolíglota, Ioannis Ikonomou (Iraklio, Grecia, 1964), uno de los 1.750 traductores que emplea la Comisión Europea, pero el único capaz de hablar 32 idiomas diferentes. Y además domina algunas lenguas muertas por puro hobby. Vive por y para los idiomas. Y trabaja de ello como uno de los más reconocidos políglotas del mundo profesional.Porque es necesario diferenciar entre el mundo serio de las lenguas y los cuentos de fantasía de John Bowring. O de Ziad Fazah, nacido en Liberia, criado en Beirut y que ahora vive en Brasil, que afirma por las televisiones ser el hiperpolíglota vivo más importante del mundo con un total de 59 idiomas en su haber. Pero en este caso…sí se puede comprobar esta marca con sonido en directo y desde ultramar.Este azabachado lenguaraz fue sometido a prueba nada menos que en castellano, en lo que ya está catalogado como “uno de los mejores chascarros de la Televisión Chilena de la Historia”. Ocurrió el 7 de julio de 1997, y Ziad Fazah fue invitado a demostrar sus poderes al talk-show chileno ‘Viva el Lunes’, que se emitía por Canal 13.La producción del canal llevó también a personas que dominaban varios de esos idiomas, hablantes nativos, embajadores de diversos países y personas con buen dominio de idiomas extranjeros. Ziad Fazah (Fuente: Yorokobu)La primera que se presentó fue una señora finlandesa que rompió el hielo con un escueto “Koko maailmassa en noin viisi miljoonaa ihmistä, jotka puhuvat suomen kieltä. Varmaan MYOS tiedätte, Etta Suomessa puhutaan virallisesti suomea, ruotsia ja saamen kieltä” (traducción) que le dejó temblando como un flan de gelatina, fallando clamorosamente como un robot en el resto de idiomas y siendo incapaz ni siquiera de responder a “¿qué día es hoy?” en ruso, mandarín, griego e inclusohindú.Al final reconoció que estaba confundido, que no sabía qué le había sucedido y que probablemente el causante de su cerrazón fuera el nerviosismo de la tele. Pidió una nueva oportunidad que, la verdad sea dicha, tampoco fue mucho mejor. Hasta el futbolista Ivan Zamorano (invitado al programa ese día) se quedó con cara de circunstancia.Ahí les dejo con el telúrico documento del vía crucis idiomático de Ziad Fazah en la TV chilena, todo un ejemplo meridiano de cómo decir que sabes mucho cuando, por acumulación, parece que no sabes nada; y que establece bien claro el límite entre “poder” y “ser capaz” de hablar múltiples idiomas que nos impone el cerebro y nuestra propia dedicación vital.