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Descubren cómo ha sido la evolución de las áreas cerebrales relevantes para el lenguaje

05/10/2023
Redacción de Tendencias-210

Imagen generada por la IA de Bing para T-21 Prensa Ibérica, con tecnología de Dall-E

Una investigación comparativa entre los cerebros humanos y de chimpancés ha desvelado que el área responsable de los procesos sintácticos en los humanos es el resultado de una gran expansión en el hemisferio izquierdo. El desarrollo del área de Broca durante el curso de la evolución podría ser la raíz de la capacidad humana de hablar.

El lenguaje es un aspecto que nos hace humanos. Otros animales pueden aprender palabras o llamadas y comunicarse, pero la capacidad de generar un número infinito de enunciados basados en un pequeño número de reglas sintácticas es única de los humanos.

Un equipo de investigadores liderado por Angela Friederici, del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y del Cerebro Humano (MPI CBS) en Leipzig, junto con científicos de las Universidades de Texas y Washington (EE.UU.), ha publicado un estudio en la revista PLOS Biology en el que compararon directamente la región del cerebro humano responsable del lenguaje con su región homóloga en el cerebro del chimpancé utilizando datos de resonancia magnética (RM).

El estudio muestra que el área responsable de los procesos sintácticos en los humanos es el resultado de una gran expansión en el hemisferio izquierdo. Tal expansión del área de Broca en el cerebro durante el curso de la evolución podría ser la raíz de la capacidad humana de hablar.

La sintaxis, clave del lenguaje humano

La capacidad lingüística humana se basa en la capacidad de aplicar reglas sintácticas, que determinan la forma en que se combinan las palabras para formar frases y oraciones.

En el cerebro humano, la construcción de estructuras sintácticas está apoyada por una subregión del llamado área de Broca en el lóbulo frontal (corteza frontal inferior).

Angela Friederici, directora del MPI CBS, y Guillermo Gallardo, de su equipo, junto con colegas de EE.UU., han mapeado los detalles neuroanatómicos de la región de Broca de ambas especies utilizando tecnología avanzada de RM.

Guillermo Gallardo, autor principal del estudio, describe la motivación inicial de los investigadores: "Dada la similitud genética y neuroanatómica con nuestros parientes vivos más cercanos, los chimpancés, la pregunta crucial era: ¿Cuál es la base biológica que impulsa nuestras grandes diferencias en la capacidad lingüística? El área de Broca, una zona que compartimos con los chimpancés y que es responsable de la sintaxis en el cerebro humano, parecía un buen candidato para echar un vistazo más profundo".

Una expansión única en el hemisferio izquierdo

Para desentrañar el misterio de la formación del lenguaje, los investigadores utilizaron algoritmos avanzados para comparar con precisión dos áreas definidas por su composición tisular, llamadas 44 y 45, que cubren la región de Broca en los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro humano y del chimpancé.

Angela Friederici explica los resultados: "resultó que sólo el área 44 en el hemisferio izquierdo estaba expandida en los humanos en comparación con los chimpancés. Curiosamente, esta es exactamente el área conocida por ser responsable de los procesos sintácticos en los humanos. Ahora suponemos que, durante la evolución, la expansión de una parte particular de la región de Broca, a saber, el área cerebral 44, puede estar en la raíz de la capacidad lingüística en los humanos".

Implicaciones para el estudio del lenguaje

El estudio aporta nuevas evidencias sobre las bases neuroanatómicas del lenguaje humano y su evolución. También plantea nuevas preguntas sobre cómo se relacionan estas diferencias estructurales con las diferencias funcionales entre las especies.

Los autores sugieren que estudios futuros podrían explorar cómo se conecta el área 44 con otras regiones cerebrales relevantes para el lenguaje y cómo estas conexiones difieren entre humanos y chimpancés.

Asimismo, podrían investigar cómo se desarrolla esta área durante la infancia y cómo se ve afectada por factores ambientales como la educación o el bilingüismo.

El estudio se basa en datos obtenidos del Proyecto Conectoma Humano, una iniciativa internacional que proporciona imágenes cerebrales detalladas y abiertas al público, y del Proyecto Conectoma del Chimpancé, un esfuerzo similar centrado en los chimpancés. Estos proyectos permiten a los científicos comparar los cerebros de diferentes especies y comprender mejor la evolución del cerebro humano y sus capacidades únicas.