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Lehendakari: «El euskera no tiene
ideología»

04/12/2009

El Correo DigitalEn plena tormenta por su asistencia el próximo domingo a los actos de conmemoración de la Constitución española, Patxi López efectuó ayer un sentido alegato en favor del uso del euskera. Tras recorrer parte del Santuario de Loyola y homenajear al jesuita Manuel Larramendi —autor en 1729 de la primera gramática de este idioma y uno de los impulsores de la lengua vasca— el lehendakari abogó por un euskera sin fronteras, alejado de «los prejuicios» que lo vinculan sólo a las posturas nacionalistas. Con motivo del día internacional de este idioma, el jefe del Ejecutivo subrayó que la lengua vasca «no es patrimonio de una ideología concreta», sino que pertenece a «Euskadi, España, Europa y a todos los ciudadanos del mundo». Y apostó por dar un nuevo «impulso» al euskera como «compañero de viaje de la libertad y la democracia».El dirigente socialista ha convertido la defensa de la lengua vasca como elemento integrador en una de las señas de identidad de su política. Criticado desde los sectores nacionalistas por no saber hablarlo con fluidez, el lehendakari, que toma clases desde hace años, ha tratado de dar cierto protagonismo a este idioma en todas sus intervenciones públicas. Tanto en su toma de posesión bajo el árbol de Gernika -donde recitó un poema del autor vizcaíno Kirmen Uribe- como antes en la precampaña electoral —donde reunió en un acto de partido a un nutrido grupo de representantes de la cultura en el País Vasco—.Y ayer, en su primer día internacional del euskera al frente de la Lehendakaritza, quiso protagonizar un gesto especial de respaldo a la cultura vasca. Justo en el momento en el que PNV, EA, EB y Aralar han hecho arreciar sus reproches contra el líder del PSE por anunciar que acudirá el domingo a los actos oficiales en honor de la Constitución. El miércoles le acusaron de «ir contra la mayoría social», de cometer un «error» por romper la tradición instaurada y «no representar» el verdadero sentir de los ciudadanos de Euskadi.López se desplazó hasta el Santuario de Loyola, visitó la celda donde Aita Larramendi trabajó en los últimos treinta años de su vida y leyó parte del prólogo de 'El impossible vencido', obra que impulsó la literatura en euskera y sentó las bases para el desarrollo y difusión de la lengua en una época en la que muchos se mofaban de todo aquel que se expresara en este idioma. Para relanzar el mensaje le acompañaron en este desplazamiento los consejeros de Justicia y Transportes, Idoia Mendia e Iñaki Arriola, además de la presidenta de las Juntas de Guipúzcoa, la socialista Rafaela Romero, y el presidente del PSE, Jesús Egiguren«Sin prejuicios»En ese contexto, el lehendakari hizo público un manifiesto, redactado sólo en euskera, en el que se compromete a «fortalecer una nueva cultura para el euskera» a partir de un modelo «basado en el pluralismo». «No podemos ver la convivencia entre el euskera y el castellano como un problema, sino como una oportunidad para conseguir una sociedad más solidaria y progresista».El jefe del Ejecutivo, que fue recibido a la puerta del santuario de Azpeitia por el superior de Loyola, José Mari Etxeberria, y que recorrió las instalaciones religiosas, asumió la necesidad de potenciar todas aquellas medidas que contribuyan a conformar una lengua vasca «democrática, tolerante y sin prejuicios». Para ello, se comprometió a «allanar el camino» para el desarrollo de la lengua, aunque «siempre de una manera equilibrada, fructífera y sin exclusiones». Porque, repitió, los idiomas no entienden de «fronteras». «Allí donde esté el euskera queremos estar nosotros», subrayó en la parte final de su declaración oficial.