desmoronar(se)
Deshacerse un edificio o cualquier obra arquitectónica por efecto del tiempo, arruinarse gradualmente debido al abandono y al paso de los años o de los siglos: poco queda de las grandes construcciones de la antigüedad clásica, desmoronadas y ya lejos de su esplendor del pasado.
Metafóricamente, se dice que una persona se desmorona, cuando sufre un deterioro físico o moral, debido a una depresión, disgusto o a las consecuencias de una enfermedad.
En el siglo XVI se decía desboronar o esboronar y solo a finales de ese siglo apareció bajo su forma actual. El vocablo se deriva de borona, o pan de maíz, que en muchos países americanos denota ‘la parte más menuda y pequeña del pan’, de cualquier pan, no necesariamente de maíz, pero tomó la acepción de ‘migaja’ por la facilidad con que desmenuza el pan de maíz.
Corominas (1980) subraya el efecto del tiempo en el proceso de desmoronamiento, no se trata de una caída brusca, como ocurre en derrumbarse, sino que es siempre un proceso lento y gradual. El etimólogo catalán observa un proceso semántico semejante en inglés to crumble away ‘pulverizarse (una piedra)’, derivado de crumb ‘migaja’.