Fazer, lavorar, pasharo o djente. No, no se trata de errores tipográficos; son, como su forma sugiere, palabras en español antiguo. En concreto, 'hacer', 'trabajar', 'pájaro' o 'gente'. Todavía hay un grupo reducido de personas que las usa en un país cercano a nuestra Península Ibérica pero lejano en cuanto a historia, costumbres y modo de vida.
Artículos archivados
La Real Academia Española es la guardiana de la lengua –"limpia, fija y da esplendor", su lema desde 1715– pero no es una institución pública, sino privada, una "institución jurídica con personalidad propia", pese a que se le asigna un carácter oficial y un interés público, a falta de un organismo estatal en España.
El asado a la parrilla parece ser una forma relativamente nueva de preparar nuestra carne criolla. Por lo menos, en la obra El Uruguay rural, de 1958-61, el Dr. Roberto J. Bouton, uno de los más acreditados estudiosos de nuestras costumbres camperas, no menciona una sola vez la palabra parrilla.
El 25 de marzo del año en curso, múltiples cabeceras mediáticas hacían público parte del contenido de una carta que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador habría dirigido al jefe del estado español, el Rey Felipe VI. Los titulares ponían el acento en lo que interpretaban como la exigencia del mexicano de una petición de perdón al español por los agravios causados durante la conquista.
Es una evidencia comprobable que los cambios lingüísticos que se imponen en una sociedad son aquellos que alcanzan difusión en los sectores más vastos de la población, y que usualmente –con las excepciones esperables en todos los procesos humanos– nacen de procesos evolutivos de la propia estructura del idioma, de la búsqueda de una mayor expresividad (sobre todo en el léxico), de la designación de realidades antes inexistentes (el mundo de la técnica es un buen ejemplo), y en una suerte de corolario de esto último, de l
Durante muchos siglos, el español se entendió un poco como la propia España: como una idea pura, indivisible y sin posibilidad de ser revisada. Una visión tremendamente ingenua y presuntamente científica. No era algo propio de nuestro idioma (la gramática histórica proporcionó durante mucho tiempo el marco para entender las lenguas), pero sus particularidades históricas y sociales la convertían en un caso aún más especial. Con el ánimo de poner un poco de orden en dicho asunto se ha editado 'Historia política del español. La creación de una lengua'.
Mercedes Bengoechea, de la Universidad de Alcalá, reseña Historia política del español: la creación de una lengua,
“Dizque por divisoria, dizque por desfasada, dizque por patriotera, algunos compatriotas menosprecian la palabra puertorriqueñidad, benigna después de todo. Nada más a lo que alude el Inca Garcilaso de la Vega cuando bautizó –va para 400 años–, el amor natural de patria”.
Soy uno de los invitados al VII Congreso Internacional de la Lengua Española, cuya “solemne sesión inaugural” se celebró en San Juan en la mañana de ayer con la asistencia de diversas autoridades, entre las que destacaban los Reyes de España y el Gobernador de Puerto Rico.